VENGANZA
Estaban dos niños de 5 años conversando, y uno le dice al otro:
- Te cuento, que unos cabros del barrio me pegaron, y no me pude defender.
A lo que su amigo le contesta:
- Oye, ¿y no te vengaste?
- Sí, claro que me vengué, ¡si no me vengo me matan!
JUDAS
Jesús y sus discípulos en la última cena. Dice Jesús:
- Amigos, hemos disfrutado mucho con esta cena, pero ha llegado la hora de pagarla, Santiago...
- Yo no puedo, maestro, estamos a final de mes y estoy tieso.
- Maestro, acabo de meterme en una barca nueva y las letras me superan.
- Imposible, maestro, yo invité la semana pasada y no puedo pagar otra vez.
Así uno por uno, nadie paga, hasta que llega Judas.
- Bueno, pagaré yo. Total, voy a cobrar esta noche.
EMPUJÓN

Nuestro hombre reunió a todos sus invitados en uno de los extremos de la piscina y les dijo:
- Creo que la juventud está perdida, ya no hay hombres en este mundo, por eso si hay un macho en esta fiesta, lo reto a cruzar esta piscina. Al que lo haga le daré a escoger entre la mitad de mis tierras, el 50% de mi ganado o la mano de mi única hija y heredera.
No había terminado de hablar el empresario cuando un joven se lanza a la piscina, la cruzó y salió por la otra orilla, el viejo emocionado le dijo:
- Nunca creí ver valor como éste antes de morir, dime muchacho, ¿Quieres la mitad de mis tierras?
- No -contestó rápidamente el joven.
- Entiendo lo que quieres, es el 50% de mi ganado -razonó el millonario.
- Tampoco -replicó el joven.
- Ah, lo que quieres es ser mi yerno, y único heredero.
- No quiero nada de eso -grito el muchacho.
- Y entonces, ¿Qué quieres? -preguntó confundido el millonario.
COLOR
Llega un ciclista muy cansado a un bar que estaba lleno hasta las tejas, y le dice al mesero:
- ¡Mesero, por favor!
- ¿Si?
- ¿Me da una caja de Escuis?
- ¿De limón o de naranja?
Y el ciclista dice:
- Me da igual, es para sentarme.
BROMA
Iba un hombre por la calle y pasa al lado de una casa de locos que están gritando:
¡Cuatro, cuatro!
El hombre los oye y los locos siguen:
Cuatro, cuatro.
El hombre no puede esperar y mira por la valla de la casa, los locos le tiran un ladrillo y empiezan:
Cinco, cinco, cinco.
Eran dos doctores, y estaban dentro de una caverna y uno de ellos dice:
- ¡Hola!
El eco contesta:
- ¡Holaaaaaaaa!
Y luego el doctor pregunta:
- ¿Hay alguien aquí?
Y el eco le contesta:
- ¿Hay alguien aquíííííííí?
Y el otro dice:
- ¡Soy otorrinolaringólogo!
El eco dice:
- ¿Eres queéééééé?
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