Una madre alemana estuvo a punto de perder su auto y sus hijos cuando el mayor de ellos encendió el motor del vehículo y condujo por el puerto hasta el borde de un muelle.
Sarah Kaiser, de 28 años, había dejado a sus niños en el auto mientras realizaba las compras en un supermercado de Düsseldorf. Al regresar al estacionamiento, en un descuido mientras cargaba las bolsas, su hijo mayor logró encender el auto, manejar unos metros y "estacionarlo" mitad en el muelle, mitad en el aire, a punto de caer a las aguas del Rhin.
"Puse la llave en el encendido para usar el botón electrónico de apertura del maletero", declaró la madre. Sin darse cuenta, si hijo mayor aprovechó y se sentó en el asiento del conductor.
"Podría haber sido un desastre", confesó la señora. Por fortuna el niño no siguió a fondo, y el auto se detuvo en el borde. "Aprendí la lección, y a partir de ahora evitaré dejar las llaves puestas en el encendido".
La policía local y los bomberos ayudaron a mover el auto a tierra firme y la madre pudo volver a su casa con sus hijos, vivos, secos y arrepentidos.
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