domingo, 29 de julio de 2012

Entre las hemorroides y el plagio: el origen del himno nacional inglés

God save our gracious Queen.  Long live our noble Queen. God Save the Queen: Send her victorious, happy and glorious. Long to reign over us: God Save the Queen.
¿Lo reconoces? Eso que acabes de leer -o de cantar- es un fragmento del himno nacional de Gran Bretaña, que en sus orígenes iba dirigido a un monarca: a Luis XIV "el Rey Sol", de Francia. Hombre a quien se le recuerda como estandarte de la monarquía absolutista.
"El Estado soy yo", decía el monarca que tomó el mando de Francia cuando apenas tenía 5 años y quien padeció, durante mucho tiempo, una enfermedad que no lo dejaba vivir en paz: hemorroides. Bueno, en realidad tenía una fístula anal, explica el sitio historiasdelahistoria.com.
Pero, ¿qué tiene que ver el Rey Luis XIV con el actual himno de Gran Bretaña? Resulta que esa canción fue escrita para celebrar la curación del rey. Así es, el himno nacional del Gran Bretaña es sobre las hemorroides de "el Rey del Sol".
De acuerdo con el sitio mencionado y fonsado.com, Luis XIV, durante mucho tiempo vivió con las molestias que la mencionada enfermedad le ocasionaba; así que por mucho tiempo se la pasó buscando solución para el dolor.
Probó de todo, cada tratamiento que le sugerían lo hacía, aunque la mayoría de ellos sólo empeoraba su condición. Llegó un punto en que ya no podía más con las molestias y dio la orden a Charles Félix de Tassy, poner un remedio definitivo.
El médico dijo que la única verdadera solución era operar. Así que eso se iba a hacer. Pero... Había un problema: se hablaba de una intervención quirúrgica que nunca antes se había hecho.
La forma de resolverlo fue practicando, así que el médico solicitó la ayuda de "voluntarios" para hacer la operación. Algunas no tuvieron éxito, pero cuando el encargado de la salud del Rey se sintió listo, le dijo que era el tiempo de curarlo. Era el año de 1686 y el rey Luis XIV se ponía en manos de Charles Félix de Tassy.
Afortunadamente para el rey, todo salió bien y luego de unos meses, ya pudo vivir en paz. Así que "el sol" empezó a aparecer por todos lados, montado en su caballo y el pueblo, que conocía su problema, se alegró por él.
El músico Jean Baptiste Lully (en la imagen), para celebrar el suceso compuso una canción llamada Grand Dieu sauve le Roi ("Gran Dios salve al Rey"). Misma que le gustó tanto al monarca que la convirtió en el himno nacional.
En 1714, un año antes de que el Rey Sol muriera, G. F. Handel (en la imagen), un compositor alemán nacionalizado inglés, visitó Francia y se dio cuenta el gran suceso que era la canción de Lully.
Hasta ahí no pasaba nada extraordinario, pero tiempo después, cuando Jorge I fue nombrado Rey de Inglaterra, Handel se acercó a él para mostrarle sus composiciones, pues antes ya había sido músico de cámara de quien entonces era príncipe. Una de las piezas que le mostró fue "God save the Queen" (o King).
Sí, Handel le había hecho algunas modificaciones a la pieza de Lully y se la presentó al Rey Jorge I como suya. Plagio, le llamaríamos ahora, pero en aquella época no se tomó en cuenta (Jean Baptiste Lully murió, en 1687) y la canción se terminó convirtiendo en el que hoy conocemos como el himno nacional de Gran Bretaña.
Así que efectivamente, es una melodía que hace referencia a la alegría de ya no más tener hemorroides. Los ingleses... ¿Sabrán esta historia?

No hay comentarios:

Publicar un comentario