Londres, Inglaterra.- No llevaba ticket, no tenía pasaporte... y no llevaba padres. Y sin embargo, con sus 11 años, embarcó en un vuelo de la ciudad de Mánchester, en el norte de Inglaterra, a Roma, capital de Italia.
Autoridades del Reino Unido están investigando cómo fue posible. Pasó la taquilla de la aerolínea, pasó inmigración, pasó los controles de equipaje sin que nadie se interpusiera en su camino.
Acto seguido, buscó un avión que estuviera a punto de despegar y lo abordó.
No fue sino en pleno vuelo cuando otros pasajeros notaron la presencia de un menor que andaba de su cuenta. Un par de preguntas después sobre la ubicación de sus padres o representantes, quedó al descubierto.
Cuando el avión aterrizó en Roma, las autoridades tomaron el caso en sus manos y devolvieron al niño a Mánchester. Ahí fue entregado a sus padres la noche del martes, sano, salvo... y con una buena historia que contarles a sus hijos en el futuro.
Invisible
Portavoces del aeropuerto aseguran que el astuto chiquillo se mezcló con miembros de otra familia para hacerse invisible a las alcabalas de seguridad que, a cuenta de amenazas terroristas, cada día parecen ser más y más.
"Aparece en los videos de circuito cerrado junto a una familia... junto a varias familias, de hecho. Cuando se aproxima a los puntos de control, los funcionarios están pendientes principalmente de identificar amenazas. Pasó los controles. Lo que nos ha dejado mal aquí es el hecho de que no tenía una tarjeta de embarque", le dijo a la BBC el portavoz del aeropuerto de Mánchester, Russel Craig.
Pero las fallas fueron múltiples y las responsabilidades, compartidas.
"Cuando aborda el avión, también debería revisarse si lleva pasaporte, si lleva pase de abordar y, por último, está el conteo que se efectúa cuando todos los pasajeros están dentro del avión. En ninguno de estos controles se identificó el problema", agregó el portavoz.
La aerolínea, Jet2.com afirmó que también está investigando el incidente.
Con todo, el vocero del aeropuerto de Mánchester aseguró que lo ocurrido no fue estrictamente una violación de los procedimientos de seguridad. "(El niño) no representaba una amenaza. Es un 'agujero' en el procedimiento. Tenemos que responder por este asunto y lo estamos tomando como algo muy serio", señaló.
El funcionario insistió en que en ningún momento el niño sufrió de angustia o preocupación, porque para él el viaje fue "una aventura".
El "viajero" dice estar obsesionado con los aviones y se cree que había escapado de casa unas horas antes.
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