Clark y Sharon Winslow no estaban contentos con las vistas del 'skyline' de San Francisco y el puente Golden Gate que tenían desde su lujosa mansión de 19 millones de dólares, comprada en 2008. Ni siquiera sus cinco habitaciones, su balneario o su piscina de casi 20 metros de longitud parecían compensar el hecho de que lo único que veían a través de su ventana fuese la casa de su vecino.
Sin embargo, hace unos meses la propiedad colindante a la de los Winslow fue embargada por el banco: su propietario no pudo pagar el préstamo de casi siete millones de dólares que pidió a Bank of America y la entidad sacó la casa a subasta.
Clark Winslow, fundador de una exitosa compañía de capital riesgo, pujó por la casa y se hizo con ella por 4.2 millones de dólares. Sin embargo, su única intención era la de derrumbarla para ampliar el jardín de su vivienda y mejorar las vistas desde su habitación, convirtiéndola en la panorámica más cara del planeta.
Esta poco común y millonaria operación de reforma doméstica -incluidas las tareas de derrumbe, desescombro y construcción del nuevo patio- costará más de 10 millones de dólares, según han constatado los reporteros de la cadena de televisión CBS
La casa de los Winslow se encuentra en el lujoso barrio de Belvedere, una zona residencial frente a la bahía de San Francisco que cuenta con la mayor renta per cápita de California. Los aproximadamente 2,000 residentes de esta exclusiva área ingresan una media de 113,000 dólares anuales.
Según el censo estadounidense, el 87.6% de las viviendas que se levantan en Belvedere, la mayoría grandes mansiones, cuesta más de un millón de dólares, lo que dispara el precio medio de una 'casita' en la zona por encima de los cinco millones de dólares, y eso que ha bajado ligeramente por culpa de la crisis inmobiliaria.
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