Los alimentos enlatados nunca faltan en la cocina: en general, son accesibles, ayudan a improvisar un plato en pocos minutos y cubren una amplia gama de productos animales y vegetales. ¿Te animarías a comprar estos?
1. Pollo
Una propuesta descabellada, llevada adelante por la empresa Sweet Sue. El pollo enlatado viene sumergido en un caldo viscoso y grasiento, que supuestamente puede reciclarse para un caldo. Antes de meterlo al horno parece carnoso y rellenito, pero una vez cocido queda esquelético. Su sabor es la misma nada.
2. Cerebro de cerdo
En el sur de los Estados Unidos los sesos de puerco son un alimento tan popular que se puede comprar en conserva. Producidos por la marca americana Rose Brand, vienen empapados en crema de leche y cada porción tiene una bomba de ¡3500 mg de colesterol! para tener una idea, la cantidad diaria recomendada es de 300 mg.
3. Lengua de cordero
Aunque de este lado del globo el cordero va a parar seguido al asador, es difícil encontrar sus lenguas en las carnicerías, mucho menos en los puestos del supermercado. En cambio, en Nueva Zelanda, donde son consideradas un manjar, muchas empresas las comercializan enlatadas. Cuestan alrededor de US$5 cada una.
4. Gusanos de seda
Su nombre real es crisálida y son un bocadillo tan popular en las calles de Corea que una empresa ya las comercializa en lata con el nombre de "Bun Dae Ki", que en castellano significa “snack de gusano de seda”.
5. Escorpiones
Por estas latitudes, generan alaridos, pero en Tailandia se consumen como delicatessen. Varias marcas divisaron el negocio y hoy se distribuyen asados y enlatados en la mayoría de los supermercados de ese país. Para tranquilidad del consumidor, la etiqueta aclara que no tienen veneno.
6. Serpiente cascabel
En algunas partes del norte de América, la serpiente cascabel es una comida más en la pirámide alimenticia. Allí, es un ingrediente usual en las barbacoas y se puede comprar directamente enlatada, con sabor ahumado. ¿La probarías?
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