martes, 16 de agosto de 2011

Era piloto de Mexicana; ahora es albañil y taquero

.Pachuca, Hidalgo.- Hace dos años, José Andrés Romero era un joven comandante de un Airbus 320 de Mexicana de Aviación. Su salario era de 80 mil pesos mensuales y su estilo de vida le alcanzaba para viajar, gastar en exceso y hasta para tener tres camionetas de lujo.
Sin embargo, el cierre de la empresa y la crisis económica de los últimos meses provocó que ahora este piloto aviador haya perdido casi la totalidad de sus propiedades, ya sea porque están vendidas o en diversas casas de empeño.
Desempleado, Andrés tuvo que trabajar como albañil en Estados Unidos e instalar un puesto de tacos en un autolavado en Pachuca, el cual, afirma, tuvo que cerrar, pues hubo días que sólo vendía un refresco.
Es así que desde hace dos años, Andrés Romero ocupa un lugar en las estadísticas de desempleado. Su situación empeora, pues es padre de un hijo enfermo de asma y esposo de una ex sobrecargo, también desempleada.
En entrevista, cuenta que después de ser despedido por la línea aérea, invirtió sus pocos ahorros en un establecimiento de comida en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, de donde es oriunda su esposa. Empero, las bajas ventas lo obligaron a cerrar el negocio.
Con 50 mil pesos en la bolsa, producto de un préstamo familiar, viajó a Pachuca, tierra que, según él, tiene un futuro prometedor en materia aeronáutica, pues es de las pocas capitales del país que no tienen un aeropuerto y sede potencial de la Agencia Espacial Mexicana (AEXA).
El piloto, con más de 7 mil 500 horas de vuelo, ha dado clases en una universidad del estado, graba un programa piloto sin recibir un salario y ha presentado proyectos al gobierno del estado sin recibir una respuesta.
Acudió con las autoridades del museo El Rehilete, en Pachuca, para presentar un proyecto de exposición de aviones a escala, mismos que coleccionó y armó por más de una década. Sin embargo, el proyecto fue desechado.
El ex comandante aéreo acepta que incluso ha enviado cartas al gobernador del estado, Francisco Olvera Ruiz, para solicitarle un trabajo, pero sin tener éxito.
Explicó que en una ocasión envió a las autoridades del gobierno una serie de proyectos aéreos vinculados al turismo, como el de utilizar la gran cantidad de aviones que se encuentran abandonados en los aeropuertos mexicanos para crear un museo infantil.
"Les presenté un proyecto como la creación de un parque aeronáutico que no hay uno así de aquí hasta Argentina, si ustedes quieren checarlo, no existe, hasta les diseñé un edificio", recuerda.
La falta de ingreso ocasionó que viajara a Austin, Texas, para trabajar como albañil. Su trabajo era cortar la varilla y resanar paredes. Sólo se mantuvo en ese puesto 15 días.
Hasta hace dos semanas, su esposa instaló un puesto de tacos en un estacionamiento, el cual tuvo que cerrar debido a que un día sólo vendieron un refresco.
Hasta hace dos años, Andrés Romero, ganaba 80 mil pesos, y tenía automóviles, joyas, cámaras fotográficas, equipos de audio y sonido. Hoy, apenas sobrevive con 50 pesos cada día.

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