Parece mentira que genios que conforman parte de la historia mundial y que han aportado tanto con su obra en vida y muerte, hayan tenido algunos de los finales más trágicos y absurdos que nadie podamos imaginar.
Antonio Gaudí, arquitecto español barcelonés y muy conocido por su obra modernista, sufrió una muerte trágica y sobre todo triste. Murió atropellado por un tranvía cuando paseaba por Barcelona que le dejó inconsciente en el suelo. Tristemente permaneció horas tirado en el suelo sin que nadie le socorriera; nadie le reconocía porque iba vestido con ropajes de mendigo. Finalmente, un guardia civil, le llevó en un taxi al hospital, aún sin saber que se trataba del mismísimo Gaudí, hasta que un capellán de la Sagrada Familia le reconoció. Murió el 10 de junio de 1926.
Vincent Van Gogh, pintor neerlandés y pionero del postimpresionismo, murió a la edad temprana de los 37 años. En una constante depresión, el pintor paseaba por el campo con un revólver en la mano con intenciones de suicidarse, cuando de repente se disparó en el pecho. No se dio cuenta de que se había provocado una herida mortal y volvió a su casa tan tranquilo, hasta que dos días después, el 29 de julio de 1890, murió.
Francis Bacon, escritor y filósofo inglés relacionado con la obra de Shakespeare, murió por querer hacer un experimento tontamente. Un día que nevaba se le ocurrió la idea de probar cuál era la conservación de un cadáver en la nieve. Para ello mató a un pollo y posteriormente lo enterró mientras nevaba. Tras esa aventura, Francis incubó una gripe y una neumonía, murió en 1926 en la ciudad de Londres.
Jack Daniel, el creador del famoso whisky Jack Daniel's, murió a los 61 años. Jack tenía una caja fuerte, pero un día al intentar abrirla se le olvidó la combinación numérica que le hizo entrar en un ataque de histeria. Tras su impotencia, golpeó con su pie la caja fuerte rompiéndose el dedo gordo del pie que más tarde le causó una infección de la que murió en 1911.
Fernando de Magallanes, gran descubridor portugués y pionero en navegar desde el océano atlántico hasta el pacífico, murió en Islas Filipinas un 27 de abril de 1521 cuando estaba a punto de acabar su travesía, cuando surgió una disputa entre dos tribus filipinas y no se le ocurrió otra cosa que meterse de por medio. Un sueño arrebatado tontamente.
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