lunes, 20 de febrero de 2012

GANAS
Un indigente le dice a otro:
- Hermano, otra vez me dieron ganas de ir a Europa.
Y el otro le contesta:
- ¿Es que ya fuiste?
- ¡No, pero otra vez me dieron ganas!

PEPITO
- Bendígame padre, porque he pecado. He estado con una chica ligerona.
El cura preguntó:
- ¿Eres tú, Pepito?
- Si, padre, soy yo.
- ¿Y quién es la chica con la que estuviste?
- No le puedo decir, padre, no quiero arruinar su reputación.
- Bien, Pepito, estoy seguro de averiguar su nombre tarde o temprano, por lo que deberías decírmelo ahora. ¿Fue Norma la hija del panadero?
- No puedo decirlo.
- ¿Fue Teresa Santos?
- Nunca lo diré.
- ¿Fue Nina Treviño?
- Lo siento, padre, pero no puedo nombrarla.
- ¿Fue Paty Pineda?
- Mis labios están sellados.
- Entonces ¿Fue Rosa Quiam la hija del Yucateco?
- Por favor, padre, ya le dije que no le puedo decir.
El cura suspira frustrado y le dice:
- Eres muy discreto, Pepito y te respeto por eso, pero has pecado y debes cumplir una penitencia. - Dijo tajantemente el sacerdote- No podrás ser monaguillo durante los próximos cuatro meses. Ahora vete y compórtate.
Pepito sale de la iglesia y su amigo Paco se le acerca y le pregunta:
- ¿Cómo te fue?
- ¡De maravilla!
- ¿Qué conseguiste?
- ¡Cuatro meses de vacaciones y los nombres de cinco lagartonas!

GACHO
- Mi amor... ¿qué me vas a regalar este 14 de febrero, día del amor?
Y él le responde:
- ¿Ves aquella Explorer blanca de allá?
- Siiii...
- Bueno, pues te compré una licuadora del mismo color.

EL CIEGO Y LAS RUBIAS
Un hombre ciego entra en un bar de lesbianas por equivocación.
Se las apaña para llegar hasta la barra y pide una copa, y tras estar un rato sentado en el taburete le grita al camarero:
- Eh, tú, ¿te gustaría oír un buen chiste de rubias?
Inmediatamente se hace un silencio total en el bar y con una grave, profunda y áspera voz, la mujer que esta sentada junto a él le dice:
- Antes de que cuente ese chiste, señor, y en atención a su minusvalía física que le impide ver, creo que lo justo es que le advierta de cinco cosillas: Que la camarera es rubia, que el portero del bar es una mujer rubia, que yo mido un metro ochenta, peso 80 kilos, soy cinturón negro de karate y tengo el pelo rubio, que la mujer que está conmigo es policía y es rubia… y que la dama que está sentada al otro lado de usted es desguazadora y también es rubia… Y ahora que sabe eso, piénselo cuidadosamente: De verdad ¿todavía quiere contar ese chiste?
El ciego piensa durante un par de segundos, menea la cabeza y contesta:
- Naaa… Pues no lo cuento… ¡No quiero tener que explicarlo cinco veces!

ARROLLADO
Este es un hombre que va caminando tranquilamente por la calle cuando de repente lo atropella un camión. Se despierta en el hospital y lo primero que ve al abrir los ojos es la cara de la enfermera quien le dice:
- Perdone, ¿sabe quién es y cómo se llama?
El paciente contesta afirmativamente.
- Está bien, ¿Puede decirme el nombre y los teléfonos de dos personas que se hagan cargo de usted?
El paciente coge un papel y se los apunta minuciosamente. Una vez entregado, la enfermera le vuelve a interrogar:
- ¿Se puede saber quiénes son?
- La primera es mi mujer dice el paciente
- ¿Y la segunda?
- La segunda no es mi mujer.

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