
Nos puede parecer imposible que alguien en su sano juicio llegue a pagar esa enorme cantidad de dinero por un simple postre, pero es verdad que hay gente por ahí dispuesta a hacer precisamente eso, y el chef Marc Guibert adora atender sus necesidades con su pastel de chocolate decorado con extravagantes hojas de oro y diamantes; con capas de gelatina de champán y galleta de Joconde, el budín está cubierto con chocolate negro, cristal con hojas de oro comestible y coronado con un diamante de 2 quilates.
Eso si, nadie habla del sabor, supongo que habrá que comprar uno para probarlo.
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