Investigadores estadounidenses han descubierto en Mongolia un nido con los restos fósiles de 15 crías de dinosaurios Protoceratops andrewsi, que revela nueva información sobre el desarrollo posnatal y el cuidado de sus progenitores, según un estudio publicado hoy en Journal of Paleontology.
Se trata del primer nido de este género que se ha encontrado y revela que los menores Protoceratops permanecieron en el nido durante un período prolongado, según el profesor de geociencia de la Universidad de Rhode Island, David Fastovsky, autor principal.
"Encontrar (dinosaurios) jóvenes en un nido es un acontecimiento relativamente raro y no recuerdo ninguna otra especie de dinosaurio que conserve 15 crías en su nido de esta manera", señaló.
Encontrado en la Formación Djadochta en la zona de Tugrikinshire, Mongolia, el nido tiene forma de cuenco con un diámetro de 2.3 metros y los investigadores calculan que tiene 70 millones de años.
En su interior alberga 15 dinosaurios, diez de los cuales son especímenes completos, con un estado de crecimiento y desarrollo similar y aproximadamente del mismo tamaño, lo que sugiere que procedían todos de la misma madre.
El descubrimiento también indica que los dinosaurios jóvenes permanecieron en el nido en las etapas tempranas del desarrollo postnatal y fueron atendidos por sus padres.
El Protoceratops medía 1,83 metros de alto y tardaba unos diez años en alcanzar su tamaño completo, por lo que los investigadores calculan que las crías tenían un año de edad cuando murieron.
Fastovsky cree que "los animales conservados quedaron enterrados rápidamente por la acumulación de arena en movimiento, que debe de haber constituido la mayor parte de la sedimentación".
"La muerte probablemente ocurrió durante una tormenta de arena del desierto", señaló el profesor que atribuye la buena conservación de los fósiles a la aridez del terreno que ha contribuido "significativamente" a la "excelente conservación", no sólo de Protoceratops, sino de todos los fósiles con los que trabajan.
Los investigadores recuerdan que en Mongolia vivía una amplia variedad de dinosaurios terópodos, algunos de los cuales, entre ellos el famoso Velociraptor, probablemente comió crías de Protoceratops.
"La mortalidad de los menores Protoceratops pudo haber sido bastante alta, no sólo por la depredación sino por un ambiente potencialmente estresante, y grandes nidos -como el encontrado- pudieron haber sido una manera de asegurar la supervivencia de los animales en ese entorno", dijo.
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