
La señora Birch vive sola y declaró que ya ha consultado a un ministro de su Iglesia, quien cree que el problema es un espíritu perdido, pero no ha podido ayudarla.
"Tengo este problema desde hace 4 meses", denunció Doris. "Apenas me acuesto e intento dormir, siento como si varias manos me estuvieran tocando el cuerpo", agregó la mujer, quién ya está cansada del supuesto acoso y tiene pensado llamar a los cazafantasmas locales, Ray y Baryl Herne, una pareja especialista en el tema.
Ellos aseguran que atraparán al fantasma capturándolo en un "vórtice de luz" y enviándolo al "otro lado". Aquí esperamos que puedan lograrlo y la pobre anciana pueda de una buena vez descansar en paz. Perdón, mejor dicho, dormir tranquila.
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