Manila, Filipinas.- Es una idea inusual, pero sus promotores están empeñados en hacer realidad una comunidad para enanos lejos de Manila, la capital de Filipinas.
Están cansados del poco apoyo que, según dicen, les dan las autoridades y de lo difícil que se les hace encontrar trabajo en la ciudad.
Una de sus mejores opciones es emplearse en The Hobbit House, uno de los bares más conocidos de Manila.
Inspirado en los libros de JRR Tolkien -autor el "El señor de los anillos" y "El Hobbit"-, todos los meseros miden menos de 1,20 metros.
Pero no hay mucho más. Muchos terminan como boxeadores o balas de cañón humanas. Les pagan mal, alegan, y muchas veces son motivo de burla.
Quieren una alternativa.
"Algo único"
La Asociación de Gente Pequeña de Filipinas se reúne todos los sábados a discutir cómo fundar una comunidad.
Ya han dado los primeros pasos.
Un benefactor les donó un terreno de 6 mil metros cuadrados cerca de la ciudad de Montalban, en la provincia de Samar.
"¿Puedes imaginarte?", le pregunta el presidente de la asociación, Perry Berry, a la periodista Kate McGeown.
"Estamos creando un proyecto de casas diseñadas para gente pequeña y queremos que sea algo único. Construiremos casas con forma de hongos y zapatos gigantes", explica.
Lo que buscan es hacer viviendas a su medida y con diseños originales y lograr que parte de sus ingresos provenga del turismo.
Lo pequeño es hermoso
Ahora sólo hay pastizales, pero quieren acostumbrarse a la idea de que algún día vivirán ahí y conocer a los locales.
"No queremos ser objeto de risa", dicen los promotores de la idea.
Kate McGeown los acompañó.
A medida que caminaban hacia allá -relata- el entusiasmo de Berry aumentaba.
"Queremos que allí haya un mercado", le comentaba apuntando al horizonte. "Es un lugar fantástico, maravilloso".
Sus compañeros comparten su pasión.
Usando con orgullo una camiseta con el eslogan "lo pequeño es hermoso", Dheng Bermúdez dice que le quieren mostrar al mundo "que son mucho más que un objeto de risa".
Hablan de vivir sin discriminación en un lugar donde sus hijos puedan correr al aire libre.
"Mucha gente se ríe de nosotros porque somos pequeños y a veces duele", cuenta Perry Berry.
"Cuando estamos todos juntos es mucho mejor, porque somos como una familia", afirma.
Pensar en grande
Pero el grupo que preside Perry no quiere que el proyecto sólo beneficie a las 47 familias que hoy pertenecen a la comunidad.
"Yo creo que en otras provincias seguramente hay mucha gente pequeña que vive con complejos de inferioridad", explica Perry.
"Si la existencia de nuestra comunidad se difunde, estoy seguro de que se nos unirán y cada vez seremos más", agrega.
Actualmente están buscando financiamiento para los trabajos de construcción.
El gobierno filipino ha dicho que está estudiando la idea a través del Consejo de Vivienda y Desarrollo Urbano y que no descarta entregarle fondos.
Con o sin apoyo gubernamental, Perry está decidido a hacer realidad su sueño.
"Un día la gente comprenderá que pese a que somos pequeños, pensamos en grande".
No hay comentarios:
Publicar un comentario