Hans Feldmeier, un jubilado alemán ha hecho analizar una lata de manteca de cerdo envasada en Estados Unidos y distribuida en Alemania en un cargamento de ayuda tras la II Guerra Mundial y el producto todavía es apto para su consumo.
Alertado por el debate en torno a la eliminación de alimentos con fecha de caducidad vencida, el farmacéutico Hans Feldmeier, de 87 años, decidió entregar la manteca -envasada en 1948- a las autoridades sanitarias del estado de Mecklemburgo-Antepomerania, para analizarla.
"En términos generales, el estado del producto tras 64 años es satisfactorio en lo que se refiere a su grado de frescura y composición material", reveló Frerk Feldhusen, director de la Oficina de Agricultura, Seguridad Alimentaria y Pesca regional.
Aunque el análisis de la manteca permitió detectar una ligera merma en aroma y sabor, la calidad del producto no se aleja excesivamente de las normas establecidas para su consumo.
Para explicar el buen estado del producto tras el paso de los años, los expertos aludieron a su conservación en una lata preservada de la influencia del aire y la luz externos, así como de la presencia de conservantes como el ácido cítrico y la resina de guayaco con efectos antioxidantes.
Por razones sentimentales, Feldmeier no había sido capaz en todos estos años de deshacerse de la lata de manteca de la marca Swifts Bland Lard.
La lata rojiblanca llegó a sus manos en uno de los millones de paquetes de ayuda repartidos en la Alemania Occidental tras la guerra mundial -que incluían además leche en polvo, azúcar y queso- y que posteriormente llegaron también a la vecina Alemania Oriental tras sortear numerosos obstáculos.
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