A Lorna Baillie de 49 años la habían declarado en muerte clínica después de que sufriera un infarto masivo. Trataron de reanimarla sin éxito durante tres horas y le retiraron la respiración asistida. Su marido se le acercó para despedirse, pero tras decirle "Lorna, vuelve, te amo", la mujer comenzó a recuperar el color y ocurrió lo impredecible.
Las dos hijas de Lorna lo presenciaron. Estaban junto a su cama preparadas para la despedida. Habían pasado 45 minutos desde de que le retiraran el soporte vital, cuando el esposo, John Baillie, de 58 años, le habló y la mujer comenzó a recuperar el color y a parpadear, según publicó ' The Sun'.
La enfermera que los acompañaba no quiso alentar a la familia y les dijo que era una reacción normal después de un esfuerzo de reanimación prolongado, que eran solo movimientos involuntarios.
Los familiares le exigieron a la enfermera que llamara a un médico para que explicara qué estaba pasando con una persona que hacia unos minutos estaba técnicamente muerta.
La señora Baillie ha seguido recuperándose y la semana pasada fue trasladada de cuidados intensivos a una sala.
Una resonancia magnética, también reveló que no presenta daños cerebrales.
Lorna, de Prestonpans, fue trasladada de urgencia al hospital el pasado 10 de febrero tras sufrir un infarto en su casa.
Después de tres horas intentando reanimarla los médicos explicaron a la familia que estaba "técnicamente muerta".
Incluso después de su inexplicable reanimación advirtieron a su marido que no podía tener suficiente actividad cerebral para llevar una vida normal.
Ahora, sin embargo, hablan de recuperación y de darle el alta próximamente, sin que puedan explicar qué ha ocurrido.
El director médico del hospital donde ocurrió el incidente aseguró que "era poco probable que la mujer sobreviviera, porque sus funciones vitales se había deteriorado seriamente y sin embargo, lo había hecho. Este tipo de recuperación es extremadamente rara".
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