Tras la final del Super Bowl en Estados Unidos el domingo pasado, la cadena televisiva NBC se disculpó por el dedo medio extendido de la estrella de pop M.I.A. ¿Pero qué significa este gesto y cuándo se volvió una ofensa?
Una vez, un intelectual muy conocido, expresando su desagrado por un político charlatán, elevó su dedo medio y declaró: "Éste es un gran demagogo".
El episodio no ocurrió en un programa televisivo ni en un salón de Londres o Nueva York, sino en el siglo cuarto antes de Cristo (A.C.) en Atenas, cuando el filósofo Diógenes les explicaba a un grupo de visitantes cuál era su opinión sobre el orador Demóstenes, según lo relata un historiador griego.
Este es el primer registro de que el dedo medio extendido, con los otros dedos cerrados debajo del pulgar, ha expresado ofensa y desprecio por más de dos mil años.
¿Gesto fálico?
Filósofos de la Antigua Grecia, poetas latinos buscando vender copias de sus escritos, soldados, atletas y estrellas de pop, estudiantes de colegios, policías malhumorados y asustadizos ejecutivos de cadenas de televisión, todos conocen el particular poder de insultar y generar controversia de este gesto.
"Es una de las ofensas más antiguas que se conocen", dice el antropólogo Desmond Morris.
"El dedo medio es el pene y los dedos doblados a cada lado son los testículos. Al levantarlo, estás exhibiendo un gesto fálico. Es un decir, 'es un falo' que estás mostrando a la gente, lo que implica un comportamiento muy primitivo".
Durante la transmisión del Super Bowl, el programa más mirado del año en Estados Unidos, la cantante británica M.I.A extendió su dedo mientras Madonna cantaba "Give Me All Your Luvin".
Tanto la NFL (la Liga Nacional de Futbol Americano) como NBC, que transmitió el juego y el show en el medio tiempo, se disculparon.
"El gesto obsceno durante el recital fue completamente inapropiado", dijo Brian McCarthy, un vocero del organismo deportivo.
El insulto es conocido para la gran mayoría de los estadounidenses con el nombre de "estirando el pajarito" o "dándole el dedo a alguien".
Los romanos tenían su propia definición: digitus impudicus, el vergonzoso, indecente u ofensivo dedo.
En el epigrama del primer siglo después de Cristo (D.C.) del poeta latino Martial, un personaje que siempre ha gozado de buena salud extiende un dedo, "el indecente", a tres doctores. Pero no era el único.
Cosa de monos
El historiador romano Tacitus escribió que las tribus germánicas solían levantar sus dedos medios antes el avance de los soldados romanos, según el profesor emérito de Comunicación y Clásicos de la Universidad de Illinois, Thomas Conley, quien ha escrito sobre la retórica de los insultos.
Los monitos ardillas saben cómo ofender a su manera.
Antes, los griegos usaban el dedo medio como una referencia explícita a los genitales masculinos.
En el 419 A.C., el dramaturgo Aristófanes realiza un juego de palabras en su comedia Las Nubes con el ritmo dactílico, en el que uno de sus personajes primero exhibe su dedo medio y luego su entrepierna.
Pero el origen del gesto puede extenderse incluso más atrás: los monos ardilla en Sudamérica son conocidos por gesticular con sus penes erectos, según Morris.
Para el antropólogo, el dedo medio extendido llegó probablemente a los Estados Unidos con los inmigrantes italianos, y está documentado por primera vez en este país en 1886, cuando un jugador de béisbol de los Boston Beaneaters lo muestra en una fotografía que se tomó su equipo de forma conjunta con los rivales del New York Giants.
Expresión de disgusto
Los franceses, dice Morris, tienen su propio saludo fálico.
Se lo conoce como el "bras d'honneur", o brazo de honor, y consta en doblar un brazo hacia arriba mientras golpeas con la palma de la otra mano la parte interior del codo del brazo levantado.
En Agincourt, 1415, los ingleses levantaron sus dedos en V, y no solo por la Victoria.
El gesto británico -dos dedos formando una V con la palma hacia el cuerpo- es un "doble falo" según Morris.
Aunque estudiosos e historiadores continúan debatiendo sus orígenes, los "dos dedos" británicos se atribuyen por primera vez a los arqueros de Enrique V en la batalla de Agincourt, en 1415.
Los soldados ingleses se los habrían mostrado a sus enemigos franceses, que habían amenazado con cortar los dos dedos de cada arquero capturado para que no puedan lanzar sus flechas.
Con la exhibición, los ingleses se jactaban de que todavía eran capaces de agarrar un arco y tensar su cuerda.
Pero el significado ofensivo del dedo medio parece haber traspasado fronteras culturales, lingüísticas y nacionales, y ahora se puede ver en protestas, campos de fútbol y conciertos de rock alrededor del mundo.
En diciembre pasado, por ejemplo, el delantero uruguayo del Liverpool fue fotografiado extendiendo su dedo a los seguidores del Fulham, tras la derrota por 1 a 0 de su club.
La federación deportiva británica lo citó por conducta inapropiada y lo suspendió por un partido.
"Protesta, rabia, excitación"
En 2004, un legislador canadiense que representaba a Calgary fue acusado de apuntar con su dedo medio al miembro de otro partido que, según él, lo había estado interrumpiendo en los debates parlamentarios.
"Expresé mi desagrado por él, pongámoslo de esa manera", dijo luego Deepak Obhrai a un periódico canadiense.
Dos años antes, la cantante Britney Spears exhibió su dedo a un grupo de fotógrafos a los que acusaba de perseguirla. Algunos de sus fans pensaron que el gesto estaba dirigido a ellos, lo que obligó a la estrella de pop a disculparse.
Aunque históricamente el dedo medio ha simbolizado al falo, ha perdido ese significado tan particular y ya no es ni siquiera obsceno, según Ira Robbins, profesor de Leyes en la Universidad Americana en Washington, quien ha estudiado el rol de ese gesto en la jurisprudencia criminal.
"Ya no hace referencia a intereses lascivos, está tan incorporado en la vida diaria de este país y de otros, que ahora significa muchas cosas como protesta, rabia o excitación. No es solo un falo".
Y Robbins rechaza la calificación de "subido de tono o atrevido" con el que se refirió un periodista de la agencia Associated Press al gesto de M.I.A.
"¿Qué es lo atrevido? Quizás la forma de bailar fue subida de tono. ¿Pero el dedo? No lo veo así".
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