Logan Morley tiene los ojos quemados e hinchados por una grave reacción causada por un desafortunado error. Esta niña británica de seis años acudió al médico para que se le recetara algún producto con el que tratar la conjuntivitis que padecía. Sin embargo, cuando acudió a la farmacia se le administró, por error, unas gotas para los oídos en vez del colirio para los ojos.
Las gotas óticas contienen diez veces la concentración del producto químico antibacteriano, cloranfenicol, que las soluciones para los ojos. Es por eso que después de haberse echado en dos o tres ocasiones la solución que el farmacéutico le había vendido, hizo que los ojos de la pequeña comenzaron a arder y a hincharse ya que las gotas que se había administrado servían, en realidad, para tratar un problema de oídos y no de ojos.
Su madre, Claire Morley, ha declarado “Es ridículo. No puedo creer que cometieran este error”. “Nunca lo compruebas porque piensas que te han dando la medicina correcta”.
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