Madrid, España.- El colegio privado de Santa Illa, en el distrito de Chamartín en Madrid, España, fue embargado en pleno horario escolar, cuando los alumnos tomaban clase.
"Han entrado, los han levantado de la silla y los han echado", dijo Yolanda, madre de un adolescente de segundo de bachillerato.
"Sabíamos que el centro tenía dificultades, pero esto es atentar contra los niños".
El centro, con 160 estudiantes de 3 a 17 años, recibió una notificación del embargo el ayer por la tarde. El colegio arrastra una deuda con la Seguridad Social de 992 mil 263 euros, según el auto del Juzgado Contencioso Administrativo que aprobó la retención de bienes el pasado 31 de diciembre.
Pero lo que ni los profesores ni los alumnos esperaban es que el embargo se produjera un día de clase, en horario lectivo, con los chicos en las aulas, en el patio y por los pasillos.
Durante todo el día, salieron operarios por la pequeña puerta del colegio con estanterías de libros vacías, pupitres, sillas, pizarrones y hasta computadoras con datos de los menores.
"Se llevaron hasta los gises", dijo Juan Manuel Muño, uno de los padres del colegio. "Esto es una animalada".
"No me importa nada la deuda del centro ni sus problemas con la seguridad social, es como si un barco tiene deudas y tiran a los pasajeros por la borda", señaló Lola Izquierdo, madre de otra alumna.
El personal de dirección tuvo que hablar con sus celulares a los padres de familia para citarlos a una reunión de urgencia.
En la junta se dijo que mañana no habrá clase porque el embargo seguirá, pero que el lunes volverán aunque sea con muebles alquilados.
La consejera de Educación, Lucía Figar, ha habló con la Ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Bánez, quien le garantizó que se permitirá a los niños completar el curso en el centro.
El director, Iñaki Santa, admite que el centro arrastra deudas desde principios de los años 90. Asegura además que cerró un acuerdo verbal para ir pagando durante estos años, pero que, en 2009, le pidieron 15 mil euros mensuales y que adelantara 20 por ciento del pago total, unos 160 mil euros.
"Con la crisis encima es imposible pagar así y con este embargo no van a cobrar nunca", señaló Santa.
Las autoridades señalaron que se actuó como con cualquier otra empresa privada. Sin embargo, los profesores y padres de familia indican que no se trata de cualquier compañía y que el derecho a la educación de los menores está de por medio.
El centro, laico y bilingüe es una empresa familiar que funciona desde 1959. La colegiatura es de unos 600 euros al mes, unos 800 dólares.
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