México, DF.- En la sala de espera, una familia llora la partida de Camila, aguardan la salida de sus cenizas, las cuales se colocarán en una urna con el nombre de la perra, a la cual -según los deudos- le encantaba pasear por las mañanas y morder carnaza.
Decirle adiós a una mascota es un proceso complejo y un negocio con potencial, comentó Alejandro García, director comercial de Funeral Pet, empresa cuyas ventas cerrarán el año con un crecimiento de 40 por ciento.
Se trata de un negocio de incineración para mascotas, que también cuenta con todos los servicios de una funeraria convencional, desde la sala de espera, hasta el servicio de café.
Aunque hoy solamente existe una sucursal, en el mediano plazo la firma buscará abrir otra e incluso podrían franquiciar.
“Estamos negociando una próxima apertura, no es fácil el tema de los permisos, pero ya tenemos posibles inversionistas”, expuso el ejecutivo.
García comentó que el concepto nació en 1998 cuando buscaban funeraria para una de sus mascotas, y como ya trabajaban en el ramo pero para los humanos, se dieron cuenta de la necesidad que había en el mercado.
Actualmente, dijo, ocho de cada diez dueños de mascotas optan por incinerar a su animal de compañía, pues en una ciudad como el Distrito Federal, ya son pocos los clientes que cuentan con un jardín para poder enterrar a su perro o gato.
“Una vez incineramos un pez aunque se recuperaron pocas cenizas”, comentó García.
Destacó que 85 por ciento de las mascotas cremadas son perros, entre cinco y ocho por ciento gatos y el resto otro tipo de animales, pues al centro han llegado hasta leones y ponis.
El servicio fúnebre para las mascotas consiste en cremación privada, urna para las cenizas, certificado de cremación y en caso de que el cliente no quiera asistir al proceso, se le entrega la urna a domicilio. El costo del servicio depende del tamaño de la mascota y ronda de mil 900 a dos mil 600 pesos.
Cuidado con el fraude
La compañía cuenta con 15 por ciento de participación de mercado.
Al año realiza dos mil 800 servicios. Este año las ventas habrán crecido 40 por ciento, sin embargo, en este negocio “hay mucho fraude”, alertó García.
El entrevistado destacó que existen veterinarias que ofrecen servicios de incineración, se llevan a la mascota y entregan la urna en tres días a un precio de hasta mil pesos.
“La gente no puede ir a ver la incineración. Además que les regresen las cenizas después de tres días es raro”, comentó.
“Si la incineración de una persona por lo general dura dos horas, en el caso de un perro es como de 45 minutos, normalmente a esos dueños no les están entregando las cenizas de sus mascotas”, concluyó.
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