En Suecia se denunció una cruel forma de cazar osos en la región de los bosques de Pajala. Se trata de ensangrentar colchones de modo tal que cuando el oso los encuentra empieza a comerlos. Como luego no puede digerirlo, el oso muere de inanición y el cazador sólo tiene que pasar a buscar el cuerpo del animal que tendrá su piel sin marcas de disparos o trampas.
Erik Kummu de la policía de Norrbotten explicó que se trata de una crueldad animal y se intenta darle a esta práctica la figura legal de cacería criminal agravada. Lo más grave de esta práctica es que la muerte del oso es lenta y dolorosa.
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