El dueño de un parque de atracciones fue a buscar su auto al estacionamiento y se lo habían cambiado por uno exactamente igual pero hecho de ladrillitos de encastre.
Peter Ronchetti, directivo de un parque Legoland, fue a buscar su Volvo XC60 al estacionamiento y se encontró con el mismo auto pero hecho con los famosos ladrillitos plásticos. La broma fue ideada por su colega Tim Petsche quien le sacó las llaves del auto a Ronchetti para llevarse el auto verdadero y contrató a una grúa para depositar el increíble vehículo plástico. Luego devolvió las llaves al lugar de donde las había tomado y esperó al momento de retirarse de la oficina.
El parque Legoland California, donde se urdió la broma (que tiene bastante de acción de marketing, si me permiten) es el Legoland California donde se pueden encontrar esculturas sorprendentes hechas con Lego. El auto a su vez, es de las mejores obras y lo representa hasta en los mínimos detalles. La fabricación del automóvil requirió 201,076 piezas.
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