En una nota, Ryanair ha indicado que el capitán siguió las instrucciones de la torre de control para mover el avión a una posición diferente y esperar a la asistencia técnica. Entonces, según relata la compañía, un pasajero abrió la puerta de emergencia del avión y desplegó la rampa de evacuación, desde ese momento, todos los pasajeros fueron obligados a desembarcar por parte del capitán, ya que ese avión ya no podía operar con un tobogán desplegado.
Asimismo, señala que la policía fue llamada para hacer frente a los pasajeros responsables de este trastorno y los pasajeros del vuelo Pisa, con exclusión de los pasajeros insubordinados, continuó su viaje en un avión de reemplazo con un retraso de cuatro horas.
Según relataron varios de los afectados por el retraso del vuelo Sevilla-Pisa, pasaron cerca de dos horas dentro del avión sin agua y a una temperatura que rondaba los 50 grados.
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