En un concierto de rock no falta algún miembro de la banda, quien lleno de euforia, se lance al público esperando que lo sostengan. Pero un joven, integrante de una banda de rock, quiso hacer lo mismo, pero nadie lo agarró, ¡que vergüenza y que dolor!
Este gran salto casi le cuesta la vida a Branson Gillies, de la banda australiana Hillsong. Corrió desde la pasarela del escenario y se lanzó a toda velocidad, pero nunca esperó que la gente, en vez de agarrarlo, se abriría e iría directo al suelo.
Al parecer no estaba muy conectado con el público, aunque anunció que correría por la pasarela y que ellos tendrían que agarrarlo cuando se tirara.
Lo más curioso es que la gente vió cuando se tiró, pero sólo se quedaron mirando como se estrellaba al suelo como si de un huevo se tratara.
Este suceso vergonzoso para Gillies sucedió en Brasil. Y poco después del incidente fue socorrido por el equipo de seguridad y alzado con muchos golpes. ¿Quien sabe que le dolió más, el orgullo o el golpe?
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