Caseville, Michigan.- Un niño de siete años, descalzo y en piyama, condujo un automóvil a lo largo de 30 kilómetros, alcanzando en momentos una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora, para ver a su padre.
"Estaba llorando y decía que quería ir a casa de su papá", dijo el jefe de la Policía de Caseville, Jamie Learman. "Sólo era eso. Quería ir a ver a su papá".
La Policía comenzó a buscar el Pontiac Sunfire alrededor de las 10:15 horas el lunes luego de que recibió una llamada sobre un niño conduciendo el auto.
El pequeño se estaba quedando con su madre, quien vive en el pueblo de Sheridan, un área rural a 180 kilómetros al norte de Detroit. Ella había trabajado el turno de la noche y no se había dado cuenta de que su hijo y el auto ya no estaban.
El niño deseaba manejar hasta la casa de su padre en Filion, también en el norte de Michigan. La Policía detuvo el coche cuando iba por una zona cuyo límite eran los 90 kilómetros por hora.
"He visto a conductores menores de 15 años, pero nunca alguien tan joven", dijo Learman.
"Me alegra que nadie haya resultado herido. Puedo imaginarme las señales de alto en las que no paró. Un niño de siete años no sabe respetar las normas de tránsito", añadió.
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