Miles de personas vinieron desde muy lejos el miércoles para ver y honrar a una leyenda de carne y hueso: el búfalo blanco nacido en medio de una tormenta en un rancho al noreste de Texas. La rara cría de búfalo blanco, considerada sagrada por la tradición sioux lakota, fue honrada con oraciones indígenas, cantos religiosos y la solemne fumada de una pipa en una ceremonia especial de bautizo y dedicación en el rancho Lakota en Greenville, al noreste de Dallas.
Un patriotismo enarbolado, el constante golpe de tambores indígenas y un calor abrasador fueron el telón de fondo para el acontecimiento espiritual que atrajo a unas 2.000 personas.
El becerro fue nombrado Nube de Rayo Medicinal, una referencia a la tormenta que marcó la llegada de su nacimiento, así como un homenaje a un búfalo blanco nacido en 1933 llamado Gran Medicina.
De acuerdo con la tradición sioux lakota, Whope, la diosa de la paz, apareció una vez en la forma de un ternero de búfalo blanco. Algunos dicen que la diosa volverá cuando cuatro de esos terneros hayan nacido.
Sin embargo, no era inmediatamente claro si el becerro de Greenville, Texas, era el tercero de su tipo en nacer o el primer macho en 150 años.
En cualquier caso, todos coincidieron en que el nacimiento de un becerro de ese tipo era inusual y subrayaron que no era un albino, dada su nariz y ojos oscuros, así como la mancha en la punta de su cola. Varias personas que hablaron en la ceremonia dijeron que lo consideraban una bendición.
"Es la esperanza de todas las naciones", dijo Pequeño Soldado Arby, en cuya tierra nació el ternero el 12 de mayo. "El hombre rojo, el hombre negro, el hombre blanco y el hombre amarillo, todos tenemos que unirnos como uno".
La unidad y la paz fueron los temas principales, como lo fue el respeto por el medio ambiente y la noción de que todos los seres vivos son interdependientes.
El búfalo blanco es un presagio de la llegada de tiempos difíciles a menos que las personas aprendan a cambiar sus costumbres y vivir de una manera que beneficie a todos, incluyendo a la Madre Tierra, de acuerdo con la literatura distribuida en la puerta de entrada.
"Es el comienzo de una nueva era, nuevos tiempos", dijo Samuel Joseph Lobo Solitario, un anciano amerindio de Palestine, Texas, que desempeñó un papel importante en la ceremonia del miércoles. "El nacimiento de la cría de búfalo blanco nos dice que tenemos que enderezar el rumbo, no sólo con la Madre Naturaleza, sino con todas las naciones y con el Creador, que es Dios".
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