domingo, 4 de marzo de 2012

DOCTOR VS ABOGADO
 Este es un abogado que va caminando por la calle, cuando de pronto ve un anuncio pegado en una vitrina que decía:
"Doctor curalotodo, no hay enfermedad que no cure, y si no lo curo, le doy $500.00"
Y más pronto que de volada, se mete el bato pensando como hacerle para ganarse los 500 varos, se sienta en la sala de espera y como a los 15 minutos le toca su turno de pasar.
- A ver ni amigo, que mal le aqueja -le pregunta el doctor.
- Fíjese doctor, que he perdido el gusto, no importa lo que coma, no me sabe a nada. Ni dulce, ni salado, ni picoso, ni agrio, nada me sabe.
- Muy bien, muy bien. No se preocupe que yo lo voy a curar rapidísimo. ¡Enfermera!, tráigame el frasco número 13.
Llega la enfermera con un frasco lleno de algo parecido a mermelada, de color medio café amarillento. Inmediatamente el galeno introduce un abatelenguas en el frasco, saca una buena porción de la sustancia, y se la embarra en toda la lengua del abogado.
- ¡¡Guácala!! ¡¡no chingue doctor!!!, ¡¡qué asco!!, ¡¡me acaba de dar mierda!!
- ¡¡Listooo!! ¡está usted curado!. Me debe $500.00
Al abogado no le queda de otra mas que pagar y reconocer que en esta ocasión el doctor se lo chingo, pero obvio, no se iba a quedar así, y pensó en regresar otro día para desquitarse. Pasó como una semana y el Lic regresó para otra consulta.
- Ah, cómo ha estado mi amigo ¿otra vez por aquí?- le pregunta el doctor.
- ¿Quién? ¿yo? ¿quién es usted? ¿quién soy yo? ¿qué estoy haciendo aquí?- contesta el abogado.
- ¡Ah, con que sufre de amnesia!, no se preocupe, enseguida lo curo. ¡¡Enfermera, tráigame el frasco número 13!!
- ¡¡Nooo!! ¡¡otra vez mierda ya nooo!!
- ¡¡Listooo!! ¡¡Está curadooo!!

JAIMITO
Jaimito estaba andando en bicicleta cuando pasa por frente de la iglesia, en eso lo alcanza a ver el cura del barrio y le dice:
- Ven Jaimito, hace mucho que no vienes a la iglesia, vamos a rezar un "Padre Nuestro".
Jaimito con cara de preocupación le contesta:
- No padre, no puedo, me van a robar la bicicleta.
El padre lo toma de la mano y le dice:
- Pasa hijo, el Espíritu Santo te cuida la bicicleta.
Una vez terminado el "Padre Nuestro", Jaimito dice:
- En el nombre del Padre, del Hijo, amén.
El cura lo mira y le dice:
- No Jaimito, ¿ya te has olvidado de orar?, a ver, repítelo de nuevo.
- En el nombre del Padre, del Hijo, amen.
- Nooooo -dice desesperado el cura al ver que Jaimito insistía con lo mismo-. Dices en el nombre del padre, del Hijo, Amén, ¿y el Espíritu Santo?
A lo que Jaimito lo mira intrigado y responde:
- ¿Ya se olvidó que me está cuidando la bicicleta?

LLANTAS
Estos eran dos excelentes estudiantes en su segundo año de universidad, que debían tomar un examen final el lunes de la próxima semana. Se enteran que, justo ese fin de semana, habría una gran fiesta en una universidad exclusiva de señoritas en otra ciudad. Como están tan confiados de que pasarían el examen, deciden salir el viernes en la noche, llegar a la fiesta el sábado y regresar el domingo en la mañana con suficiente tiempo para estudiar toda la noche del domingo y tomar el examen el lunes. La fiesta estuvo tan buena que no fue hasta tarde el domingo que salieron de regreso, llegando el lunes en la mañana directamente a su salón de examen. Hablan con el profesor, le narran lo sucedido pero le indican que salieron de regreso el domingo por la mañana y se les había pinchado un neumático al auto, que el de repuesto estaba también pinchado, por lo tanto tuvieron que esperar mucho tiempo para resolver su problema. Le piden si es posible tomar el examen el próximo día a lo cual accede el profesor.
Después de estudiar toda la noche, se presentan la próxima mañana donde su profesor. Este les entrega dos pliegos de papel a cada uno pero los envía a salones diferentes.
En la primera página había una pregunta que valía 5 puntos la cual fue contestada rápidamente. Al pasar a la próxima página se encontraron con la siguiente pregunta para la cual no estaban preparados:
- Por 95 puntos, ¿Cuál de los dos neumáticos?

GALLEGO
En un edificio de 20 pisos en construcción tres trabajadores, Pedro, Juan y un gallego a la hora de la comida se reúnen los tres, y Pedro dice:
- ¡Oh!, si mi esposa me preparó nuevamente hamburguesa y papas yo me voy a suicidar.
Entonces, el tipo abre la lonchera, encuentra hamburguesa y papas y se lanza al vacío.
Después Juan dice:
- ¡Mamma mía!, si mi esposa me preparó spaghetti y fabada otra vez, ¡Yo me mato!
Entonces, el tipo abre su lonchera y encuentra fabada y spaghetti y decide lanzarse al vacío.
Por último el gallego dice:
- ¡Que si mi esposa me preparó caldo gallego y paella juro por la gloria de mi madre que me mato!
Acto seguido, ve en su lonchera y encuentra lo dicho y se mata.
Después de lo ocurrido se encuentran las tres esposas reunidas llorando y la de Pedro dice:
- ¡Fue mi culpa!, él estaba harto de hamburguesa y siempre le daba eso, yo lo maté.
La señora de Juan dice:
- ¡Si no le hubiera dado siempre lo mismo de comer, ahorita él estaría vivo! ¡Fue mi culpa!
Y la esposa gallego dice:
- ¡Hombre! ¡Y yo que les puedo decir, si mi marido se preparaba él mismo su comida!

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