Activistas de derechos humanos denuncian que docenas de adolescentes iraquíes murieron el pasado mes víctimas de ataques premeditados por parte de mililtantes que los consideraban adoradores del diablo.
Los jóvenes son descritos como "emos", un término que se emplea en Occidente para hacer referencia a una subcultura de jóvenes que escuchan música alternativa, celebran lo oculto y a menudo visten ropa ajustada de color negro.
En Irak, la palabra también se relaciona con ser homosexual, algo que no es ilegal en el país pero sí socialmente rechazado.
Los informes dicen que a algunas de las víctimas las mataron golpeando sus cabezas contra bloques de cemento.
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