El camuflaje, si no es en la jungla, tiende a ser difícil y muchas veces la mejor técnica para ocultar algo es mostrarlo y despistar con alguna otra cosa. Los bolsos de Vlieger & Vandam ocultan armas, eso está claro. Con el ajetreo que se montará en la aduana podrás pasar sin mucho esfuerzo una maleta con tu cadáver favorito y una bolsa de pipas rancias que guarden en su interior una buena (eso se revaloriza mucho en el mercado negro).
Como a los agentes de aduanas les encanta rebuscar, también se puede plantear un juego: mostrar el bolso y esconder el arma en otro sitio. Ellos sabrán que hay un arma porque, bueno, es obvio: nadie se compraría un bolso para ocultar armas si no fuera a ocultar un arma; así que les puedes dejar pistas por el aeropuerto y conseguir tipos disfrazados de Gandalf que les den consejos sabios y los vayan mareando. Vamos, que ya que hay que pasar por el trago, mejor que sea divertido para todos.
Si ese juego no les gusta o empiezan a enfundarse los guantes de látex, siempre se puede meter algo que simule la silueta. Para el bolso que oculta las esposas, por ejemplo, un cangrejo serviría. Aunque posiblemente se lo queden, así que mejor meter uno de plástico.
Si quieres hacer tus viajes más divertidos y convertir el paso por la aduana en un deporte de riesgo, esta es tu mejor opción.
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