APODOS
SEMÁFORO: Después de las doce nadie la respeta.
POWER RANGER: Se revuelca con cualquier monstruo.
ALMANAQUE: La clavan en cualquier pared.
PAPITAS FRITAS: se regala en las fiestas.
FOTO CARNET: Se entrega a los 5 minutos.
LA GRIPE: Todos la han tenido.
PIZZA: en menos de 30 minutos se te entrega.
MILANESA: No hay quien no la haya comido.
TABLA DEL UNO: es la más fácil.
CAJA VACÍA: Fácil de levantar.
FARMACIA DE TURNO: siempre la buscan de noche.
GALLINA ROBADA: Porque se la comen siempre a escondidas.
VEREDA: todos la pisan.
ELEFANTES
Está un joven en un bar y le pregunta al cantinero:
- Disculpe, ¿no ha llegado el señor que ve elefantes rosas?
- No, todavía no llega, ¿por qué pregunta?
- Lo que pasa es que los pobres elefantes, ya tienen más de una hora esperándolo.
DIARIOS
1. EL DIARIO DE ELLA
El sábado por la noche lo encontré raro. Habíamos quedado en encontrarnos en un restaurante para cenar.
Estuve toda la tarde de compras con unas amigas y pensé que era culpa mía porque llegué con un poco de retraso a mi cita, pero él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más íntimo para poder charlar más tranquilamente.
Fuimos a un bar y él se seguía portando de forma extraña. Estaba como ausente. Intenté que se animara y empecé a pensar si sería por culpa mía o por cualquier otra cosa. Le pregunté y me dijo que no tenía que ver conmigo. Pero no me quedé muy convencida.
En el camino para casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y él se limitó a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme.
No sé cómo explicar su actitud, porque no me dijo que él también me quería, no dijo nada y yo estaba cada vez más preocupada.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme.
Por eso, intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla con aire distante, como haciéndome ver que todo había terminado entre nosotros.
Por fin desistí y le dije que me iba a la cama. Más o menos diez minutos más tarde, él vino también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo un aire distraído. Después quise afrontar la situación, hablar con él cuanto antes, pero se quedó dormido.
Empecé a llorar y lloré hasta quedarme adormecida. Ya no sé qué hacer. Estoy casi segura de que sus pensamientos están con otra.
Mi vida es un auténtico desastre.
2. EL DIARIO DE ÉL
Al menos tuve sexo.
PEPITO
Llega Pepito a casa, y el papá le dice:
- Pero, mira cómo traes ese ojo, otra vez peleando con tus amigos.
Y Pepito le responde:
- No papá, esta vez fue un intercambio de palabras.
- ¿De palabras dices?
- Sí, nos hemos tirado el diccionario por la cabeza.
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