jueves, 20 de octubre de 2011

La máscara de "V de Vendetta": ¿qué hay detrás?

La máscara del protagonista de la película V de Vendetta se ha convertido en un emblema de los grupos de protesta antisistema. ¿Qué hay detrás?

De Nueva York a Londres, de Sidney a Colonia, pasando por Bucarest, miles de personas protestan contra políticos, bancos e instituciones financieras.
Y a cualquier observador puede llamarle la atención un motivo que se repite: las estilizadas máscaras del revolucionario británico del siglo XVII Guy Fawkes, con su sonrisa, su bigote y su barba puntiaguda.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, llegó a la protesta en Londres con una de esas máscaras. Se la tuvo que quitar ante la insistencia de la policía, según dicen.
Muchos piensan que los primeros en usarla fueron los hackers de Anonymous en 2008, durante una protesta contra la Cienciología y que desde entonces se ha extendido por los movimientos anticapitalistas.
Pero la máscara es en realidad la del protagonista de la película "V de Vendetta" (2006), un enigmático activista solitario que, en la novela gráfica en la que se basa, tiene al histórico personaje británico Guido Fawkes (1570-1606) como modelo en su lucha por terminar con el gobierno de un ficticio partido de inspiración fascistoide en el Reino Unido.
En el libro, V destruye el parlamento británico, algo en lo que Fawkes fracasó cuando lo intentó a principios del siglo XVII.

El creador
El dibujante británico David Lloyd es el responsable de la creación de la imagen original de la máscara para una viñeta escrita por Alan Moore.
Lloyd compara su uso por los manifestantes a la forma en que la archifamosa foto de Alberto Korda del revolucionario argentino Ernesto Che Guevera se convirtió en un icono de la juventud mundial.
"La máscara de Guido Fawkes se ha convertido en una marca de la protesta contra la tiranía, y esto feliz de ver a la gente usarla, parece algo único, un icono de la cultura popular que se usa así", comenta.
Un curioso Lloyd vistió la protesta Occupy Wall Street en el parque Zuccotti de Nueva York para ver a quienes usaban su máscara.
"Mi impresión es que Anonymous necesitaba una imagen polivalente que les sirviera tanto para ocultar su identidad como para simbolizar que defienden el individualismo. V de Vendetta es una historia sobre alguien solo contra el sistema".
La película termina con la imagen de una multitud de habitantes de Londres, todos vestidos con la máscara, desarmados y marchando hacia el parlamento.
Esa es la imagen de una identificación colectiva y simultáneo anonimato a la que se sumaron tanto Anonymous y otros grupos, opina Rich Johnston, comentarista del mundo del cómic.
La extendida adopción de las máscaras fue más una reacción provocada por la película que por el libro, defiende.
"El libro es sobre un hombre que acaba con el Estado, pero la película incluye una escena sobre una multitud que se opone a una corporación sin rostro", comenta.
"Las máscaras fueron útiles en la protesta contra la Cienciología porque evitó que los individuos fueran reconocidos", apunta.

El beneficio, para Warner Bros
Lloyd recuerda que cuando junto al escritor Moore creó el personaje de V tenían una idea básica de guerrilla urbana peleando contra una dictadura fascista, pero querían inyectarle teatralidad.
"Sabíamos que V iba a ser un fugitivo de un campo de concentración donde había sido sometido a experimentos médicos, pero luego tuvimos la idea de que en su locura iba a adoptar la personalidad de Guido Fawkes, nuestro gran revolucionario histórico".
Las máscaras fueron obra de Warnes Bros para promocionar la cinta. Las repartían en los cines. Ahora son vendidas, sobre todo a activistas.
La empresa de disfraces Rubies, que fabrica la máscara, vende unas 100.000 al año en todo el mundo. La empresa ha expresado cierta preocupación acerca de su asociación con el activismo y la posibilidad de que eso dañe la imagen de la empresa.
Rubies resta importancia a la idea de que Anonymous y otros grupos de protesta hayan alimentado la demanda por la máscara y asegura que ha sido un éxito desde que la película fue lanzada.
Lloyd comenta que ya ha oído anécdotas sobre la policía de EE.UU. buscando máscaras en las viviendas de sospechosos para usarlas como prueba de su relación con Anonymous. "Lo que da miedo pero también es ridículo: no se debería abrir un proceso contra alguien que tiene una camiseta del Che".
Johnston asistió recientemente a una conferencia sobre cómics en Nueva York, donde un grupo de fanáticos de la historieta vestidos como V fueron confundidos con miembros de Occupy Wall Street por la policía.
Paul Saines, que firma un blog como Guido Fawkes, dijo que encuentra irónico que anticapitalistas y demás activistas están apoyando de forma inadvertida a Warner Bros, una de las cien empresas más grandes de EE.UU. y que obtiene beneficios de US$2.500 millones.
Staines cree que la popularización del uso de la máscara "significa una pérdida de la confianza en la política". "Fawkes es el personaje más antipolítico que se puede elegir".
"Nos distingue de hippies y socialistas"
Una joven miembro de Anonymous acampada en Londres dijo que permanecerá en la protesta "tanto tiempo como sea necesario".
Junto a otros, la manifestante oculta su rostro tras la máscara. No sólo para proteger su identidad, sino también porque es un símbolo contra la avaricia corporativa.
"Es un elemento visual, nos distingue de hippies y socialistas, y nos da nuestra propia identidad. Estamos a favor de pasar de los gobiernos y comenzar desde abajo".
Pero Johnston ve la máscara como algo fundamentalmente violento. "No es un símbolo de resistencia pasiva sino de terrorismo activo. Va sobre acabar con un gobierno y un país y eso puede dar miedo y alienar a ciertas personas".
Para él, la idea de apropiarse de la máscara como un símbolo político es inherentemente ridículo.
"Es como asumir que puedes derribar el gobierno con una espada láser o el arma de un juguete".

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