Con poco más de un año tuvo que someterse a una complicada intervención quirúrgica que le ha cambiado la vida. Harry Woods, un bebé británico que ahora tiene 19 meses, sufría craneosinostosis, una alteración por la que se le habían soldado prematuramente los huesos del cráneo. Los médicos aseguraron que debían operarle de inmediato para evitar futuras complicaciones. Así, los médicos le abrieron el cráneo en una intervención que duró más de siete horas para que tuviera un correcto desarrollo.
El pequeño tuvo que se intervenido de urgencia para tratar la craneosinostosis que padecía, según publica el diario Daily Mail.
Esta alteración consiste en el cierre prematuro de las fibras que separan los huesos del cráneo de los bebés llamadas suturas.
Así, Harry se sometió a una complicada intervención de siete horas en la que los médicos le abrieron el cráneo para que tuviera un correcto desarrollo.
Sus padres, Louise y Phil están orgullosos de su pequeño y felices por la evolución que está teniendo.
"En noviembre de 2010 nos dijeron que nuestro hijo tenía craneosinostosis y que la parte superior de su cráneo se había fusionado. Su cerebro estaba creciendo de la manera equivocada", asegura la madre.
El pasado mes de abril fue cuando se produjo la esperada operación. Los padres de Harry aseguran que las horas que duró la intervención "fueron las más largas de su vida".
Ahora, los padres aseguran que su desarrollo es "fantástico". "Su cicatriz está oculta por un bonito cabello rubio y rizado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario