Las carcasas para los móviles, así como las fundas para los mismos, han sido un prolijo mercado para los fabricantes de las ídem. Porque claro, poca cosa fastidia más que tener tu pedazo de móvil que te cagas en los calzones y que se te caiga y se te rompa. O peor, que se te arañe y quede feo.
El problema de las carcasas es el mismo que la ropa. No basta con llevar una puesta, tiene que tener personalidad. O por lo menos intentarlo. Yo siempre he dicho que todo mejora poniéndole un Darth Vader, pero como no todo el mundo piensa igual pues ahí tenéis, carcasas y fundas de todas las formas, colores y tamaños.
No obstante… aun así no se puede tener un móvil del todo original y personalizado, porque o te haces la funda tú, que es otra opción, o si no cualquiera que se la compre igual a la tuya pues, evidentemente, tendrá la misma que tú. E imagina el bochorno y la vergüenza de ir a una fiesta flipando de móvil con turbocarcasa molona y va alguien y saca la misma que tú. Vamos, yo me querría morir.
Por eso siempre es agradable que alguien le de una vuelta de tuerca más, aunque por el momento sólo con los móviles de Apple. ¿Y qué es lo nuevo? ¿Más carcasas? No. Bueno, sí, una carcasa nueva, sólo una. Pero, y ahí está la genialidad de la idea, con fundas intercambiables. Así, las probabilidades de coincidir se minimizan. Y ya sólo queda que haya un mercado para complementos de fundas intercambiables. Yo, por si acaso, sigo llegando mi iPhone sin funda ni protecciones ni na de na. Es que yo soy así de duro…
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