A seis metros del piso una mujer dormía. Y según los que paseaban por la zona comercial de Lanzhou, China, también roncaba. Pero no estaba en su cama del segundo piso de un edificio. Estaba acostada sobre una rama en lo alto de un árbol.
Y los que pasean por ahí haciendo sus compras ni siquiera hubieran notado su presencia, de no haber sido por uno de sus zapatos. "No hubiéramos sabido de dónde salían los ronquidos de no ser porque se le salió un zapato y le cayó a alguien en la cabeza", explicó un señor que estaba de compras.
La policía se presentó y logró hacerla bajar mostrándole sándwiches y una botella de agua.
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