jueves, 2 de febrero de 2012

La Escuela de Súper Héroes en Argentina

En Buenos Aires, un héroe de historieta decidió entrar en la realidad para enseñar y motivar a los niños. Menganno, un superhéroe con máscara y todo, le explica a BBC Mundo su labor y por qué necesita mantener su identidad en secreto.
"No tengo súper poderes, ni estoy loco", advierte claramente Menganno, quien con antifaz, capa y traje patrulla ocasionalmente las calles de Lanus, al sur de Buenos Aires.
Hay quienes aún se sorprenden al verlo pasar raudo en su motocicleta, con un escudo parecido al del Capitán América (su ídolo) en la espalda.
Pero Menganno ya es un súper héroe conocido y parte de la comunidad de su barrio.
"Soy un súper héroe real de carne y hueso, porque trato de ir más allá del deber", dice a BBC Mundo.
"Lo que quiero es llamar la atención de que se pueden hacer actos buenos y solidarios", agregó.
La idea de hacer realidad a este "héroe" se concretó en 2010.
"Me calcé un traje precario y decidí empezar a hacer cosas buenas en la calle", recuerda.
Hoy en día, como la metamorfosis de Tobey Macguire en la película del Hombre Araña, Menganno dejó la precariedad de un traje artesanal y luce un moderno conjunto que lo hace una suerte de mezcla entre Robocop y el Capitán América.

Escuela
Menganno recorre las calles en busca de "hacer el bien", y es lo que le enseña a los chicos.
Además de ayudar a alguna persona mayor a cruzar la calle o de estar a echarle una mano a algún vecino, el objetivo de Menganno es ayudar a los niños.
Para ello tiene un "Escuela de Súper Héroes" donde los gradúa para poder ser parte de la cofradía. Como un "mini-salón de la justicia".
A dicha escuela acuden, de la mano de sus padres, numerosos niños que se enfundan capa y antifaz para recibir el certificado oficial de "súper héroe", avalado por Menganno.
"La idea es que los chicos aprendan a ayudar hacer cosas buenas. Uno les enseña a eso, a que colaboren", señaló Menganno.
La actividad también busca alejarlos de la violencia y hasta se reciben armas a cambio de juguetes.
Durante el curso se le enseña la utilidad de un matafuego o extintor, cuáles son los números de emergencia a los cuales llamar en caso de presenciar un problema, o cuáles son las actitudes recomendable para ayudar al vecino.
"Debería haber más personas como Menganno, porque les enseña a los chicos los valores que se perdieron hace mucho tiempo", dice a BBC Mundo Valeria Maurín, madre de Joaquín, uno de los alumnos de la escuela.
"Yo lo vi un día en la plaza y me pareció que era muy importante lo que está haciendo por los niños", terció Walter Morelio, padre de otro aspirante a "súper héroe".

Secreto
El curso termina con una merienda para los niños en la "cueva de Menganno", el lugar secreto de este personaje.
Decorada como una "bati-cueva" es el lugar de despedida de la nueva generación de "súper héroes".
Nunca, sin embargo, en el curso se llega a revelar la identidad del instructor.
Desde el resguardo de su máscara, que realmente impide determinar quién es, dice: "mi identidad es secreta. Yo tengo un comercio y si se enteraran que soy yo no creo que estén preparados para manejar la situación y tal vez pierda un cliente".
Y así se monta en su motocicleta y vuelva a patrullar las calles de su barrio. En busca de "hacer el bien".

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