Un hombre del estado de Washington ha iniciado una demanda en la que sostiene que la película Donnie Darko está basada en su vida y acusa a News Corp de espiarlo para obtener la información sobre la que se basaría este fantástico film
En un extraño caso que haría sonreír a los aficionados al sincromisticismo, un hombre del estado de Washington está demandando a News Corp por supuestamente haber basado la película Donnie Darko en su vida.
Michael Charles Bertsch sostiene que News Corp -la empresa de Rupert Murdoch a la cual le pertenece la productora Twenty Century Fox- ha realizado una invasión de su privacidad y lo ha difamado con tan evidente retrato, por no decir que merece algún tipo de regalía.
Lo interesante del caso es que la película Donnie Darko justamente está construida como una serie de coincidencias significativas -o sincronicidades- que hacen que el protagonista descubra que tiene que viajar en el tiempo para evitar el fin del mundo -aunque el film admite varias lecturas.
Estas son algunas ominosas coincidencias entre la película y la vida de este hombre, según él mismo:
- El auto de la familia en la película es un Ford Taurus celeste. Mi padre tiene exactamente el mismo auto y del mismo color.
- En la película un Porsche 911 negro está estacionado frente a la casa de Donnie. En el tiempo en que se hizo la película yo tenía un Porsche 911.
- La novia de Donnie en la película se llama Gretchen. Gretchen es un nombre alemán y mi prometida estaba viviendo en Alemania y se parece de sobremanera a la chica en la película.
- La premisa fundamental de la película es que una turbina se estrella contra la habitación de Donnie Darko. Yo trabajé en una compañía que se dedicaba, junto con el FAA, a recuperar partes de aeronaves que habían chocado.
Y también, el código de tiempo de la película en el momento en el que Donnie dice “Esta es mi casa” era el número de su casa en ese tiempo.
En su alegato Bertsch sostiene que News Corp -empresa involucrada en el escándalo de las escuchas telefónicas de News of the World- debió de haberlo espiado para obtener esta información.
Aunque parece que Bertsch ha fumado demasiada hierba sincromística -y quizás tenga un delirio paranoico que conecta múltiples rompecabezas en universos paralelos-, el episodio recuerda a lo que le sucedió a Phillip K. Dick con su novela Flow My Tears, The Policeman Said. En la novela uno de los personajes es una chica de 19 años llamada Kathy. Kathy parece trabajar para el crimen organizado, pero después descubrimos que en realidad trabaja para la policía. Y tiene una relación con un inspector de la policía, pese a estar casada con un hombre llamado Jack. Según Dick, tan genial como paranoico, en Navidad de 1970, después de haber terminado la novela, conoció a una chica llamada Kathy. Tenía 19 años y su novio se llamaba Jack. Dick descubrió que Kathy vendía drogas y paso algunos meses intentando ayudarla a dejar este negocio. Luego un día al entrar juntos a restaurant, Kathy se detuvo y dijo “no puedo entrar”. Sentado en el restaurant estaba un inspector de policía que Dick conocía. “Te tengo que decir la verdad”, dijo Kathy. “Tengo una relación con él”.
Esta y otras coincidencias que parecen salirse del libro a la realidad le ocurrieron a Phillip K. Dick con esta novela, lo cual le hizo pensar que tal vez lo que estaba narrando eran hechos históricos que ocurrieron hace miles de años pero que recurrían arquetípicamente, en una especie de eterno retorno.
Guardando las distancias, estas coincidencias tal vez nos hablan de una eterna historia, una escena de escenas, que se teje constantemente y de la cual nosotros solo somos emanaciones, personajes que olvidan que están representando un papel y confunden su realidad con la de la narración.
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