México, DF.- “Yo, Jimena, prometo que amaré a mi esposo por el resto del día, lo cuidaré y respetaré hasta que las deudas nos separen.
“Yo, Toño, prometo por Capulina, y si no que me agarre un temblor en el piso 37 de algún edificio, que no sea éste, que seré completamente fiel a mi amada esposa hasta que la muerte nos separe”.
A esta pareja de enamorados le antecedieron más de 30 que también decidieron sellar su amor con una boda de altura en la Torre Latinoamericana, convertida en Registro Civil previo al 14 de febrero, día de San Valentín.
De manera simbólica, decenas de capitalinos subieron al piso 37 de este rascacielos del centro histórico para regalarse un momento romántico con su pareja, entregar y recibir el anillo y firmar el acta matrimonial como “enlace de kermés”, pero en este caso, con una extraordinaria vista de la ciudad de México, con invitados y testigos espontáneos.
Lidia y Adrián llegaron al mostrador de la torre, pagaron 60 pesos por un brazalete para subir al mirador y a la cafetería convertida en registro civil.
Por 30 pesos recibieron un globo en forma de corazón y con sus nombres: era la señal de que estaban listos para ir ante el juez y jurarse amor eterno a su manera y en la medida de sus posibilidades.
“Yo, Adrián, te prometo a ti, Lidia, amarte y respetarte, soportar a mi suegra, al flojo de mi cuñado, a toda tu parentela, que tus sobrinos no me odien, pero no me pidas que le vaya al América.
“Prometo amarte y respetarte hasta que Chalco se vuelva a inundar y prometo serte fiel hasta que el divorcio llegue antes que la muerte”, dijo.
“Yo, Lidia, prometo quererte mucho, no lavar, no planchar, no cocinar, pero usar un baby doll todos los días”, ofreció.
Hasta las 16:00 horas de ayer, más de 70 personas habían acudido a la convocatoria de casarse en las alturas con motivo del día del Amor y de la Amistad.
Por tercer año consecutivo, la Latinoamericana funge como un lugar para los enamorados que deseen contraer matrimonio, pero sin validez oficial. La meta es superar los 600 enlaces.
La boda más original que se realice en el piso 37 ganará una cena romántica en la terraza del mirador.
“El año pasado fueron 318 bodas, fue 13 y 14 de febrero: ahora se amplió a cuatro días y esperamos tener muchas más.
“El acta de matrimonio es válida durante su estancia en el edificio; saliendo no nos hacemos responsables”, comentó uno de los organizadores del evento del mirador Torre Latino.
Tania sorprendió a Isabel cuando en vez de entregarle la argolla simbólica, le propuso matrimonio y de le dio un anillo de compromiso frente a todos los que esperaban su turno.
“Tenemos tres años de novias, ahora traigo el anillo real. Me dijo que le hiciera un 14 de febrero especial, pero como vive en Cuernavaca y yo aquí, está difícil”, dijo Tania.
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