jueves, 24 de noviembre de 2011

SECRETARIO
Una señora, con su hijito de 10 años, está comiendo en un restaurante. En un descuido, el chico se mete una moneda en la boca y se atraganta. La madre intenta hacerle escupir la moneda golpeándole la espalda, dándole palmadas en el cuello, sacudiéndolo, sin éxito. El chico ya comienza a dar muestras de asfixia y la madre, desesperada, comienza a gritar pidiendo auxilio.
Un señor se levanta de una mesa cercana, y con pasmosa tranquilidad, sin decir palabra alguna, le baja los pantalones a la criatura, toma sus pequeños testículos, los aprieta con fuerza, y tira hacia abajo violentamente.
Automáticamente, el niño -ante el dolor irresistible- escupe la moneda, y el señor, con la misma pasmosa tranquilidad con la que se acercó, regresa a su mesa sin decir palabra.
Al rato, la señora, ya tranquilizada, se acerca para agradecerle que haya salvado la vida a su hijo, y le pregunta:
- ¿Usted es médico?
- No señora, soy auditor de la secretaría de Hacienda. Experto en apretarle los huevos a la gente y sacarles hasta la última moneda.

DIVORCIO
Este era un matrimonio que estaba discutiendo, entonces al tiempo de estar discutiendo llegaron a un punto en que la mujer dijo:
- ¡Para que tú sepas, el mayor no es tuyo!
En eso empieza el marido a reírse con todas sus ganas, y le dice la mujer:
- ¡Pero bueno!, encima de que te enteras que el primero no es tuyo, te ríes -dijo la mujer indignada.
- Me río porque el menor tampoco es tuyo. ¿Te acuerdas de cuando llevabas tres días mala en el hospital después de nacer el pequeño, me dijiste que cambiara al niño? pos te lo cambié por el de al lado.

MIGUEL ÁNGEL
Venía todos los días el Papa a ver a Miguel Ángel cuando estaba pintando la capilla Sixtina y le preguntaba:
- Miguel Ángel, ¿cuándo vas a terminar la obra?
- Cuando termine padre -respondía Miguel Ángel.
Y pasaron largos meses hasta que Miguel Ángel estaba ya a punto de terminar de pintar y apareció de pronto un ayudante del Papa que le dijo:
- ¡Oye Miguel Ángel, bájate de ahí! El Papa dijo que mañana íbamos a empapelar.

ABOGADO
En un juicio va el fiscal y le pregunta al acusado:
- ¿Mató usted a la victima?
- No.
- Le recuerdo que está usted bajo juramento, ¿sabe cuál es la pena por perjurio?
- Sí, pero es que es mucho menor que por asesinato.

CAPERUCITA
Una vez Caperucita Roja fue a visitar a su abuelita sin saber que a su abuelita se la había comido el lobo, entra a la casa y dice:
- Abuelita, que ojos tan grandes tu tienes.
Y la abuelita dice:
- Es para verte mejor.
Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
- Abuelita, que orejas tan grandes tu tienes.
Y la abuelita dice:
- Es para escucharte mejor.
Caperucita vuelve a insistir:
- Abuelita, que nariz tan grande tu tienes.
Y la abuelita le dice:
- Es para olerte mejor.
- Abuelita que boca tan grande tu tienes.
Y la abuelita contesta ya cansada de sus preguntas:
- ¿A qué viniste, a visitarme o a criticarme?

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