Esta es una consecuencia rara de la crisis económica en Irlanda: para expresar su ira por el colapsado boom inmobiliario, el artista Frank Buckley construyó una casa con billetes retirados de circulación equivalentes a más de mil millones de euros.
Como muchos de sus amigos y conocidos, Buckley fue víctima de la crisis económica en Irlanda; durante el apogeo del auge inmobiliario, compró una casa con generoso crédito.
Quería un lugar donde él y sus dos hijos pudieran vivir con su esposa, quien se había mudado recientemente de Zimbabwe, con cuatro hijos suyos.
"Pedí prestado todo ese dinero, cosa que me entusiasmó mucho", dijo Buckley. "Asumo la responsabilidad por ello, pero adquirir el préstamo fue muy fácil para mí.
"Estábamos en plena burbuja, la confianza era alta, éramos intocables y en no más de dos o tres semana todo se fue al piso."
Todo acabó
Buckley no tenía un sueldo fijo y, poco después de la compra de la casa, se dio cuenta de que no podía cumplir con sus pagos hipotecarios.
Bajo la presión financiera, su matrimonio se acabó y tuvo que mudarse a un cuarto en el patio trasero de su casa, puesto que la policía había embargado sus muebles.
Sus amigos y conocidos también estaban en problemas y un amigo cercano, un promotor inmobiliario que había perdido todas sus pertenencias, se suicidó.
Un día, mientras observaba un montón de billetes fuera de servicio que un amigo le había regalado para usar como confeti en su matrimonio, Buckley comenzó a pensar en el valor real de esos billetes sin valor.
"Yo pensé, 'Dios, ¿y esta es la situación a la que este papel nos ha traído?'", cuenta.
Decidió crear arte que reflejara el absurdo de la situación económica en Irlanda e hizo pinturas con billetes y monedas triturados.
Armó una instalación de arte conceptual y así llegó la idea de construir la casa.
"Estaba sentado y pensé, '¿no sería fantástico hacer una estructura con los billetes desechados?", dijo.
Eventualmente consiguió más ladrillos de billetes desechados.
Paredes de billetes
Buckley nunca había construido una casa. "Tengo un martillo y clavos y mi hermano trajo un generador de energía".
La casa está construida a partir de láminas de madera y marcos donados por una ferretería.
Las paredes exteriores están construidas con ladrillos, mientras que, en el interior, los euros desmenuzados forran las paredes y los pisos. Tiene una ventana de doble cristal, una puerta de entrada de alta seguridad y un baño.
Desde que el lunes abrió la casa al público ha recibido más de 300 visitantes y está impactado por la cantidad de reacciones positivas.
Pero a pesar del éxito de la instalación, Buckley sigue golpeado por la situación económica de Irlanda, por lo que resalta la reacción de una de sus pequeñas visitantes al ver los billetes inservibles.
La niña le dijo: "Si pudiera usar esto como dinero, me iría de inmediato de este país".
Eso, según Buckley, es muy triste.
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