El mayor parque de diversiones del mundo, Disneylandia, cumple 55 años como una pequeña república con millones de admiradores y no menos detractores. No obstante, la inauguración de ese particular mundo de sueños no fue todo miel sobre hojuelas.
Su creador, Walt Disney, concibió la idea de crear el parque de diversiones en su versión actual durante las décadas de los 30 y 40, tras visitar varios sitios de este tipo con sus hijas.
El empresario se dio cuenta de que los niños eran los que se divertían mientras que a los adultos sólo les quedaba el aburrimiento de la espera.
Disney compró 65 hectáreas de tierra en un sitio cercano a Anaheim, en California,en 1953.
La construcción del parque comenzaría un año más tarde, y su inauguración, el 17 de julio de 1955, se llevó cabo con bombos y platillos, en un evento de relaciones públicas en el que estuvo presente un medio cuya importancia no alcanzaba a percibirse entonces: la televisión.
El famoso dibujante inauguró su parque aludiendo, en su discurso, a la posiblidad de "revivir los sueños del pasado y saborear los retos del futuro".
Sin embargo, en ese día de julio de hace medio siglo y poco más que un lustro, también se aplicó aquello de que no es oro todo lo que relumbra.
El desastre oculto
La inauguración de Disneylandia es conocida como el "domingo negro" en círculos de Disney.
Para empezar, se había invitado a unas 15.000 personas.
Mediante entradas falsificadas y la llegada al parque antes de lo establecido, en la ceremonia de apertura se apretujaron unas 30.000.
Marty Sklar, quien trabajó más de 50 años como publicista de la compañía, recordó que "las altísimas temperaturas no ayudaban, ya que se había declarado una huelga de plomeros".
"La huelga obligó a Walt a elegir entre habilitar los baños o las llaves de agua. Él eligió los baños, correctamente en mi opinión, pero fue acusado de forzar a la gente a comprar bebidas gaseosas".
Fantasía sin dificultades
Pero las dificultades que estaban haciendo sudar frío a los adultos encargados de presentarle al mundo la idea de Disneylandia, al parecer no le arruinaron el día a los niños.
En conversación con la BBC, Rob Fishley, quien entonces tenía siete años de edad y vivía cerca del lugar, recuerda como había visto progresar la construcción de parque.
El día de la inauguración, el entonces actor hollywoodense Ronald Reagan lo invitó a él, junto a otras decenas de niños, a entrar por primera vez al castillo de Fantasilandia
"Participamos cantando y bailando al son de la música de las bandas. Tuvimos la oportunidad de ser los primeros en entrar corriendo al castillo de la Bella Durmiente".
Los niños no se dieron cuenta del desastre del día inaugural en Disneylandia.
Fishley era un niño y no registró en su memoria ni las aglomeraciones inesperadas, ni las fallas de los tiovivos, ni las filtraciones de gas que obligaron a cerrar varias secciones del parque ese día.
Pero Marty Sklar y su departamento de publicidad tuvieron que trabajar arduamente para revertir el desastre de relaciones públicas.
Sin embargo, sólo semanas después de la inauguración, Disneylandia había recibido ya un millón de visitantes.
Hoy Disneylandia tiene once parques diseñados bajo el mismo concepto que el de California, en todo el mundo.
Eso, a pesar de que para asistentes a aquella inauguración, como Marty Sklar, el 17 de julio de 1955 "fue uno de esos días en que es necesario encontrar un bar para olvidarlo lo antes posible".
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