
Los trabajadores postales del estado de Ceara detectaron los huesos al registrar con rayos X la caja en que venían, dijo Morgana Cruz, portavoz policial. El paquete incluía una orden de exhumación junto con los huesos de un hombre de 22 años muerto hace cuatro años. Cruz desconocía la causa del fallecimiento.
Los padres del joven le habían pedido a su amigo en Río de Janeiro que les enviara los restos de su hijo para que fueran enterrados de nuevo en la ciudad de Vicosa, agregó la portavoz.
Nadie fue arrestado porque ni el remitente ni el receptor sabían que es ilegal utilizar el servicio postal para enviar restos humanos por correo, agregó.
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