Y aún peor: uno de cada tres padres dice que nunca ha pensado en hacerlo y 24 por ciento afirma tener miedo a que sus primogénitos se vuelvan perezosos si se lo dicen.
Así lo revela una encuesta realizada por Bank of América con datos de 457 estadounidenses que cuentan con más de 3 millones de dólares en activos.
Apenas 34 por ciento de los encuestados creen con firmeza que sus hijos serán capaces de manejar la riqueza que recibirán, y muy pocos tienen claro qué harán con sus fortunas.
"Sorprendentemente, pocos de los encuestados tienen planes definidos sobre si traspasarán sus bienes a sus hijos o los donarán a obras de caridad", indicó el estudio, que destaca que la mayoría de los encuestados son ricos de primera generación y tienen "una mentalidad distinta".
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