viernes, 9 de diciembre de 2011

Sin respuesta el misterio de la escalera milagrosa

Según la leyenda, esta elegante construcción fue hecha por el carpintero San José, padre de Cristo, se localiza en Santa Fe, Nuevo México

En la ciudad de Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos, se encuentra la capilla de Loretto, edificación religiosa que guarda en su interior un enigma... La famosa escalera milagrosa o también conocida como la escalera de San José.
La historia de esta obra se remonta a la construcción de la capilla de Loretto. Fue en 1850, que el recién nombrado obispo de Nuevo México, hizo una convocatoria para enviar a un grupo de religiosos a Santa Fe para crear una escuela y evangelizar; las que respondieron al llamado fueron las Hermanas de Loretto. Siete monjas emprendieron el arduo viaje y después de varios inconvenientes y la muerte de dos de ellas, por fin arribaron a Santa Fe.
Para 1853, la Academia de Nuestra Señora de la Luz (Loretto), ya estaba en funcionamiento, aunque carecía de muchas comodidades, en realidad se trataba de un lugar austero, pero que cumplía con su objetivo.
Con el paso del tiempo, las condiciones fueron mejorando, y se decidió que la escuela necesitaba una capilla, por lo que se le pidió al arquitecto francés, Antoine Mouly y a su hijo Projectus Mouly, quienes ya habían trabajado en otras construcciones religiosas tanto en París como en Norteamérica, que se encargaran de la edificación.
En 1873 se comenzaron con los trabajos en la capilla de Loretto y finalizaron en 1878. Sin embargo, en el sitio tejiendoelmundo.com, se menciona que el arquitecto murió sin solucionar un pequeño detalle, no se tenía acceso al coro, que se encuentra, en un tipo tapanco, a siete metros de altura.
Ante esta situación, las hermanas trajeron a varios carpinteros y arquitectos para que solucionaran el problema, sin embargo, todos decían que el espacio era muy reducido y que la construcción de la escalera era casi imposible. Como se publica en el portal de la capilla de Loretto.
Con este problema, las hermanas acordaron hacer un novenario dedicado a San José, padre de Jesús de Nazaret y quien tenía por oficio ser carpintero.
La leyenda cuenta que en el último día de oraciones, apareció en la puerta de la capilla un hombre, únicamente acompañado por un burro y una caja de herramientas, quien solicitaba trabajo y aseguró a las hermanas que él construiría la escalera.
Meses después, el señor terminó la elegante escalera de caracol y desapareció sin que le fuera pagado su trabajo; por lo que muchos aseguraron que se trató del mismo San José quien realizó la obra, a la que llamaron milagrosa, ya que apareció en respuesta a los rezos.
Pero más allá de quién la construyó, existe otro enigma respecto a la escalera, la física de su edificación. Resulta que el diseño que porta, para aquellos años, era muy innovador, y aún en la actualidad hay expertos que no dan crédito al verla de pie.
En primer lugar, la escalera de caracol cuenta con dos vueltas de 360° y sin un apoyo visible, no cuenta con un pilar que mantenga su equilibrio y al observarla, se dieron cuenta que no cuenta con clavos, ni ningún tipo de pegamento, ya que las piezas están ensambladas.
La escalera de 6.70 metros de altura, fue hecha con madera que no se encuentra en la región. De hecho el Centro de Anatomía de Madera del Servicio Forestal de los Estados Unidos, estudió un pedazo de la madera y determinaron que provenía de un tipo de abeto que no se encuentra en esa zona del país.
Y para cerrar con broche de oro este misterio, cabe destacar que la escalera cuenta con 33 escalones, la edad en la que Cristo fue crucificado.
Actualmente, la capilla de Loretto es propiedad privada y fue designada como museo, pero también se puede rentar para realizar ceremonias de bodas.
Si visitas Santa Fe, Nuevo México, no te olvides de que esta zona es un centro turístico de importancia con destacada actividad cultural en el campo de las artes visuales y musical.
Es sede de la Ópera de Santa Fe que lleva a cabo un conocido festival de ópera todos los veranos.
Fue residencia de la pintora Georgia O'Keefe, que inmortalizó su paisaje y residió entre la localidad vecina de Taos. Finalmente, no olvides asistir al Museo Georgia O'Keefe.

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