Cuando la pequeña nació, los padres lo pasaron muy mal al ver que su hija tenía las piernas al revés. Las rodillas no apuntaban hacia adelante, sino hacia atrás. Sin embargo, el cirujano ortopédico tuvo una bizarra idea para resolver el error de la naturaleza, con cinta adhesiva y un palo realizó el milagro en las piernas de Sienna-Rose.
Sienna Rose-Webb nació con una condición muy rara, con las rodillas hacia atrás y los pies hacia adelante.
Los padres de la niña, dos veinteañeros sin experiencia, se quedaron horrorizados, según publica el 'Daily Mail' .
Pensaron que a su pequeña le esperaban interminables horas de cirugía, pero los médicos los tranquilizaron. Las cosas eran más fáciles de lo que parecían.
Una especialista en ortopedia pensó en lo más sencillo: Entablillar la pierna en la posición correcta con cinta adhesiva, tal y cómo se hace con los dedos.
La experta, Irene Van de Ploeg, no improvisó, sino que antes comprobó que tenía las rodillas dislocadas y los músculos en posición equivocada.
Con toda probabilidad esto respondía a la posición que mantuvo Sienna dentro del útero de su madre.
La doctora sabía que era una carrera contra el tiempo, porque muy pronto sería todo más difícil cuando Sienna empezara a crecer.
No utilizó el método tradicional de la escayola, sino que escogió la cinta adhesiva y en una semana ya había conseguido el milagro.
Sienna Rose-Webb nació con una condición muy rara, con las rodillas hacia atrás y los pies hacia adelante.
Los padres de la niña, dos veinteañeros sin experiencia, se quedaron horrorizados, según publica el 'Daily Mail' .
Pensaron que a su pequeña le esperaban interminables horas de cirugía, pero los médicos los tranquilizaron. Las cosas eran más fáciles de lo que parecían.
Una especialista en ortopedia pensó en lo más sencillo: Entablillar la pierna en la posición correcta con cinta adhesiva, tal y cómo se hace con los dedos.
La experta, Irene Van de Ploeg, no improvisó, sino que antes comprobó que tenía las rodillas dislocadas y los músculos en posición equivocada.
Con toda probabilidad esto respondía a la posición que mantuvo Sienna dentro del útero de su madre.
La doctora sabía que era una carrera contra el tiempo, porque muy pronto sería todo más difícil cuando Sienna empezara a crecer.
No utilizó el método tradicional de la escayola, sino que escogió la cinta adhesiva y en una semana ya había conseguido el milagro.
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