EL PERICO
Estaba una vez un par de amigos platicando, uno de ellos le comentaba al otro:
- Sabes, me he sentido muy deprimido, he pensado incluso en el suicidio.
- Pero, cómo, si estás en la plenitud de tu vida.
- No lo sé, es que no tengo con quien platicar y me siento bastante solo.
- Lo que necesitas es eso precisamente, compañía.
El amigo que daba el consejo era dueño de una tienda de mascotas y le dice:
- ¿Por qué no te llevas uno de mis loros, son muy parlanchines y en unos días no te sentirás sin compañía?
- Me parece bien.
- Nada más que lo vas a tener que tomarlo tú mismo porque yo tengo que irme.
- Pero yo no sé nada de aves.
- No creo que te confundas, no tengo tantos pájaros, adiós.
- Bueno, adiós.
El deprimido entró entonces y tomó la primer ave que vio sin saber que lo que llevaba no era un perico sino un loro. Días después se volvieron a encontrar ambos amigos:
- Pues bastante bien.
- ¿Ya te ha empezado a hablar?
- Pues hablar, hablar, lo que se dice hablar, no, pero vieras que atención me pone el condenado.
TACAÑO
- Amigo, ¿puedes guardarme un secreto?
- Sí.
- Necesito 6 mil dólares.
- Como si no me hubieras dicho nada.
MELATE
- Vieja, ¿qué harías si me sacara el Melate?
- Te quitaría la mitad y te dejaría definitivamente...
- Pues me saqué veinte pesos, ten tus diez y a chingar a tu madre...
ADÁN Y EVA
Un alemán, un francés, un inglés y un mexicano comentan en un museo sobre un cuadro de Adán y Eva en el Paraíso.
El alemán dice:
- Miren qué perfección de cuerpos: ella esbelta y espigada, él con ese cuerpo atlético, los músculos perfilados... Deben ser alemanes.
Inmediatamente, el francés reaccionó:
- No lo creo, es claro el erotismo que se desprende de ambas figuras... Ella tan femenina... él tan masculino... saben que pronto llegará la tentación... deben ser franceses.
Moviendo negativamente la cabeza el inglés comenta:
- Noten la serenidad de sus rostros, la delicadeza de la pose, la sobriedad del gesto... solo pueden ser ingleses.
Después de unos segundos más de contemplación el mexicano exclama:
- No estoy de acuerdo, miren bien: no tienen ropa, no tienen zapatos, no tienen casa, solo tienen una triste manzana para comer, no protestan y todavía creen los muy tontos que están en el paraíso... no, esos lo único que pueden ser es mexicanos.
BORRACHOS
- ¿Veo que estás prosperando, cómo lo haces?
- Hago una fortuna con los borrachos.
- ¡Ah! ¿Tienes una distribuidora de licores?
- No, inventé una cerradura para puertas de calle con un imán por dentro.
AMÉRICA
Un día en el ejército, el general le dice al sargento:
- Mañana en la mañana en la instrucción formal les van a enseñar la historia de América.
A lo que el sargento les responde:
- ¡Entendido mi general!
Así pues, los reclutas todos formados en el patio recibían las instrucciones del sargento, y en eso él les dice:
Y les pregunta:
- Reclutas, ¿quién descubrió América?
Los reclutas responden al unísono y con voz fuerte:
- No sé, nosotros no hemos sido mi sargento.
Al escuchar esa respuesta, les pregunta nuevamente:
- Reclutas, ¿quién descubrió América?
Y vuelven a contestar:
- No sé, nosotros no hemos sido mi sargento.
El sargento sin saber qué hacer se dirige donde el general y le dice:
- Mi general, yo he preguntado a los reclutas que quién descubrió América, y ellos me responden que no han sido ellos.
Y el general le dice:
- ¡Pégueles, maltráteles, ellos mismos han de haber sido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario