Del burdel a los juegos Olímpicos

El tawkwandoista neozelandés, Logan Cambell, buscando su pase a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, abrió un prostíbulo para ganar dinero para los entrenamientos; por ello fue criticado, pero logró su objetivo 

En el 2011, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, se llevó a cabo la XVI edición de los Juegos Panamericanos, en donde Luis Fernando Sapién se hizo ganador de una medalla de Plata en la categoría de 5 mil metros planos.

Sapién es un deportista con discapacidad que luego de ser reconocido por ese esfuerzo, tuvo que salir a las calles a pedir dinero para poderse mantener.

El portal dis-capacidad.com, que dio a conocer la noticia, asegura que a Luís Fernando se le prometió una beca de 4 mil 500 pesos mensuales, misma que no se la ha dado y que para llegar a competir en los Panamericanos, tuvo que pedir limosna para irse a la concentración. Para algunas personas esto es indignante y para otras se trata de un ejemplo de vida.

Del otro lado del planeta, el deportista neozelandés Logan Campbell es otro personaje que se las "ingeneó", para hacerse de dinero y poder competir en lo que le gusta. Aunque su idea resultó ser atracción de gran polémica.

Resulta que Campbell abrió un prostíbulo con el único fin de recaudar dinero para solventar las gastos que implicaban clasificar para los Juegos de Londres 2012, a los que ya está listo para acudir.

Fue en 2009 cuando las puertas del burdel se abrieron; y es que en Nueva Zelanda, la prostitución es legal, así que Campbell vio en ese negocio una manera efectiva para costearse los gastos de ser un taekwandoista profesional, porque no quería que sus padres acabaran en la ruina, pues cuando compitió en los Olímpicos de Pekín 2008, fueron ellos quienes costearon casi todos los gastos, lo que los dejó sin dinero. Esto porque a pesar del desempeño de Logan la ayuda oficial nunca llegó.

Así que, pensando ya en los juegos del 2012 y en la economía de sus padres, se le ocurrió abrir esta casa de citas de "clase alta", como lo define, según publica mastaekwondo.com. "Mi madre quiere una cocina nueva desde hace diez años, pero no ha podido tenerla porque ha invertido todo su dinero en mi taekwondo", dijo el joven de 26 años quien tenía en cuenta que iba a necesitar por lo menos 200 mil euros  (más de 3 millones de pesos mexicanos), para su entrenamiento para Londres.

El negocio le dio mucho más de lo que pensaba, porque en cuanto los medios de comunicación sacaron a la luz la historia de su "burdel", fueron muchas las marcas interesadas en patrocinar a Campbell, por lo que juntó el dinero suficiente como para vender el prostíbulo. "Los patrocinadores empezaron a financiar el taekwondo, y a partir de entonces no necesité más el negocio", aseguró.

Fue así como en 2011 decidió poner a la venta la casa de citas, pues además había ya recibido varias críticas de la Federación de Nueva Zelanda, así como del Comité Olímpico Internacional. Aún cuando lo hacía para obtener dinero y seguir con su carrera como deportista profesional.

Cuando inauguró el lugar, recibió una carta que expresaba que ese no era un negocio apropiado para un deportista de nivel olímpico y que por la decisión de abrirlo incluso podría ser vetado para participar en Londres 2012, sin importar su desempeño. Era una carta del Comité Olímpico Neozelandés.

Ante esto Campbell sólo decía: "Es un buen negocio para hacer dinero. Me sentiría peor vendiendo cigarrillos que haciendo esto, algo que es seguro y sano. Llevo un lugar con clase. Aquí las chicas tienen unos 20 años, están aquí por voluntad propia y ganan más dinero que yo". El chico se llevaba entre el 15 y 20 por ciento de las ganancias que era una tarifa mínima de 230 euros (casi 4 mil pesos),  por una persona dos horas.

Después del "escándalo" por el negocio de prostitutas que lo mantendría en el deporte, recibió una beca de 32 mil euros (más 500 mil pesos), para seguir entrenándose. ¿Coincidencia?

Hoy por hoy, Campbell está listo para participar en la categoría de 68 kilogramos en Londres 2012, luego de que, de una u otra manera, con escándalo y sin él, lograra hacerse de dinero para participar.