México, DF.- Las historias de violencia, drama y distorsión mental dignas de un guión de cine parecieran lejanas a la realidad, pero se viven cada día en esta ciudad.
La siguiente es la versión moderna de ‘El Castillo de la Pureza’, que retrata la tragedia que vivieron los tres hijos de una mujer, víctimas de un hombre cuya conducta sencillamente no tiene nombre.
Todo comenzó en 2004, cuando Clara Tapia Herrera, de 44 años y conserje de una primaria en Iztapalapa, fue seducida por Jorge Antonio Iniestra Salas, de 32 años, quien se mudó con ella y sus tres hijos –dos niñas y un niño, todos menores en ese momento- al plantel.
Ahí sedujo a las dos hijas de la mujer, adolescentes con quienes procreó cinco hijos, pero la historia no para ahí.
Un comunicado de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) da cuenta de los hechos y señala que el individuo mantenía relaciones sexuales con las adolescentes y la madre de éstas de manera conjunta, actos que observaba el menor hijo de Clara Tapia, a quien golpeaba y obligaba a trabajar recolectando cartón, vendiendo dulces afuera de la escuela y en una paletería, sin que tuviera alguna retribución económica.
Ante el temor de ser abandonada, la mamá de los menores agraviados no lo denunciaba y tal era el sometimiento que su sueldo se lo entregaba, así como sus ahorros consistentes en 80 mil pesos, para que no se fuera de su lado.
Jorge Antonio Iniestra prefirió a las hijas de Clara, por lo que a ella y a su hijo los envió a dormir a otro cuarto, mientras él se quedó con las dos adolescentes, a quienes les prohibió salir del cuarto, ni siquiera para ir al baño.
En junio de 2009, Iniestra Salas se llevó a las adolescentes a vivir al domicilio de la madre de éste, de nombre Soledad Salas Torres; en ese lugar continuó la privación de la libertad y en condiciones semejantes a las sufridas en la conserjería de la escuela.
En este domicilio vivía Soledad Salas Torres, la madre de Jorge Antonio, y sus hermanos Juan Carlos, Claudia, Ana Laura y un menor de 14 años, quienes en ausencia del inculpado mantenían en cautiverio a las adolescentes.
Cinco meses después, Jorge Antonio golpeó a una de las adolescentes hasta privarla de la vida y, según él para reanimarla, tomó a una de las bebés que procreó con ella, que en ese momento tenía tres meses de edad; la colocó en el pecho del cuerpo ya sin vida para que según él con la lactancia reaccionara, y le presionó la cara a la bebé contra el pecho de la occisa, por lo que le provocó asfixia y la muerte también.
Durante aproximadamente un mes mantuvo los cuerpos en el interior del cuarto, hasta que decidió deshacerse de ellos al colocarlos dentro de una bolsa de plástico y, con ayuda de su hermano Juan Carlos, los subió a un automóvil para abandonarlos en un lugar de la autopista México-Puebla, donde fueron encontrados por autoridades del Estado de México.
Después de todos estos hechos, la PGJDF rescató a cinco menores y una mujer de 21 años, que en total estuvieron siete años privados de la libertad y sufrieron violencia familiar, corrupción de menores, explotación laboral de menores, con el mencionado saldo de dos víctimas mortales.
Los rescatados se encuentran bajo resguardo del Ministerio Público de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes.
Con la denuncia interpuesta por la mamá de las menores, el Ministerio Público obtuvo una orden de cateo del Juez 64 Penal del Distrito Federal y se logró la detención de los probables responsables: seis adultos y un menor de edad, todos detenidos por la PGJDF. Entre ellos está la propia denunciante. Ellos son: Jorge Antonio Iniestra Salas, de 32 años; Clara Tapia Herrera, de 44 años; Claudia Iniestra Salas, 29; Juan Carlos Iniestra Salas, de 31; Ana Laura Iniestra Salas, de 28; Soledad Salas Torres, de 55, y un menor de 14 años de edad.
El Ministerio Público inició una averiguación previa por violencia familiar que derivó en el rescate de una mujer, de 21 años; tres infantes de dos, cuatro y cinco años, así como una bebé de tres meses que por su delicado estado de salud fue internada en el hospital Pediátrico de Peralvillo, derivado de que Jorge Antonio Iniestra Salas la golpeó como lo hacía con todos sus hijos.
En las próximas horas, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal consignará a los probables responsables ante un Juez Penal del Reclusorio Preventivo Oriente, como probables responsables de los delitos de secuestro, homicidio calificado, homicidio en razón de parentesco, lesiones calificadas en razón de parentesco, corrupción de menores, trata en su modalidad de explotación laboral de menores y violencia familiar.
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