jueves, 5 de abril de 2012

PAPA SUSTITUTO
El señor y la señora llevaban ya bastantes años de casados y no habían logrado tener familia. Suspiraban los dos por un hijo. A muchos doctores consultaron y recurrieron a todos los tratamientos, pero sin resultado alguno. Por fin un medico encuentra la causa del problema; el marido era estéril, y no podía engendrar.
- ¿Qué debemos hacer, doctor? -preguntan ambos.
- Algunas parejas -dice el galeno- recurren a la fecundación artificial, pero este es un procedimiento costoso y que suele fallar mucho. Otras parejas utilizan algo más sencillo y natural; buscan a un padre substituto.
-¿Qué es un padre substituto? -pregunta la señora.
Y les explica el doctor:
- Es un hombre escogido con cuidado que hace por una sola vez las funciones del esposo, de modo que la mujer quede embarazada.
La señora vacila un poco pero su marido dice al doctor que él no tiene inconveniente en aceptar aquello con tal que su esposa vea realizada su ilusión de ser mama. Y en efecto, pocos días después por intermedio del doctor, se contrata a un joven y se hace la cita para que el siguiente domingo, por la mañana, ausente el marido de la casa, vaya a visitar a la señora y cumpla su tarea.
Sucedió, sin embargo, que un fotógrafo de niños que había sido llamado a una casa cercana para retratar a un bebé se equivocó de domicilio y llegó al de la señora.
- Buenos días -se presenta- vengo por lo del niño.
- Si -dice ella con timidez-, pase usted.
Entra el fotógrafo que la señora creía el padre substituto.
- ¿Gustaría usted tomar algo antes? -inquiere ella.
-  No, gracias -responde el tipo- el alcohol no es bueno en mi trabajo, lo que quisiera es comenzar cuanto antes.
- Muy bien -dice la dueña de la casa- ¿Le parece si vamos a la recamara?
- Puede ser ahí -contesta el fotógrafo-. Pero también me gustaría uno aquí en la sala, dos en el baño y otro en el jardín.
-¿Pues cuántos van a ser? -se alarma la señora.
- Ordinariamente son cinco en cada sesión -responde el hombre-, pero si la mamá quiere pueden ser más, depende.
Y sacando del portafolio un álbum le dice:
- Me gustaría que antes viera algo de lo que he hecho. Tengo una técnica especial y única que ha gustado mucho a todas las madres. Mire el retrato de este niño tan bonito. Lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se junto gente a verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente. Con nada la podía yo dar gusto. Para colmo tuve que suspender el trabajo porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo.
La señora estupefacta, oía todo aquello.
- Ahora, vea a estos mellizos -sigue presumiendo el fotógrafo-. En esta ocasión si que me lucí: todo lo hice en menos de cinco minutos. Llegué y ¡paf, paf! Dos tomas y mire los gemelos que me salieron. La señora estaba cada vez mas asustada-. Con este niño batallé un poco más -sigue el fotógrafo- porque la mamá era muy nerviosa, hasta que le dije: 'Mire chula, usted voltéese al otro lado y déjeme a mi hacer todo'. Ella se volteo y así pude hacer mi trabajo.
A estas alturas, la mujer estaba ya al borde del soponcio.
-¿Quiere que comencemos, señora? -pregunta el fotógrafo guardando su álbum.
Ella responde temblorosa:
- A la hora que usted diga.
- Muy bien -dice el fotógrafo poniéndose de pie-. Permítame nada más ir a la camioneta a traer mi trípode.
- ¿Trípode? -pregunta espantada la señora -Si, -responde el fotógrafo-. Es que, sabe usted, mi aparato es muy grande, y necesito un trípode para apoyarlo, por que ni con las dos manos lo puedo sostener... ¡Señora...! ¡Señora!... Caray, ¿Qué le pasaría? ¡Se desmayó de pronto!...

EL BURRO
Bueno pues resulta que iban un campesino y su asno caminando por una carretera, sin embargo al campesino le urgía llegar pronto al próximo pueblo así que cada carro que pasaba le hacia la seña de si le daban un aventón.
Ya después de tanto intentar el campesino comenzaba a darse por vencido cuando de repente observa que a la lejanía viene un carro deportivo, un Ferrari, entonces el campesino piensa:
- Pues le voy a intentar, a ver si se para.
Para la sorpresa del campesino el flamante auto se detiene y resulta que el conductor es un joven adinerado, ya saben, de esos hijos de papi que todo lo pueden, y resulta que el campesino le hace saber de su situación al joven y el joven piensa:
- Pues hare mi buena acción del día -sin embargo añade: disculpe señor, a usted si lo puedo llevar, pero al asno no, ¿dónde se va a subir?
El campesino despreocupadamente le responde:
- No se preocupe, el asno es capaz de correr detrás de nosotros; cosa que el joven no cree ni por un segundo por lo que replica:
- ¿Cómo va a ser eso posible?, si mi carro es un Ferrari, eso es imposible...
El campesino nuevamente con toda la seguridad del mundo le responde:
- Tu descuida, dale a la velocidad que quieras, el asno nos seguirá el paso.
Ya un poco irritado el joven dice:
- ¡Pues va! pero si tu asno se pierde no es culpa mía!
Entonces el campesino se sube al coche y el joven empieza a acelerar...
100 km/h y el joven ve por el retrovisor que efectivamente el asno va corre y corre detrás de ellos... entonces vuelve a acelerar... 150 km/h y vuelve a ver por el retrovisor y sorpresa! el asno sigue corriendo detrás de él... ya un poco molesto el joven vuelve a acelerar... 200.... 220... 230.... 250 km/h y entonces vuelve a ver por el retrovisor y el asno sigue corriendo detrás de él... sin embargo esta vez el joven ve que el asno lleva la lengua de fuera y dice al campesino:
- ¡Ja! ya se cansó el animal.
El campesino dice:
-¿Por qué?
Y el joven contesta:
- Porque ya viene con la lengua de fuera-
El campesino se queda pensativo unos momentos y le pregunta al joven:
- ¿De qué lado sacó la lengua?
Y el joven, fijándose al espejo, le dice:
- A la izquierda.
Entonces el campesino sonríe... y le dice al joven:
- No joven, no se cansó, ¡¡lo que pasa es que lo va a rebasar!!

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