Sally Arnold se llevó una sorpresa cuando volvió a su casa en Kendall, Cumbria, pues encontró la huella de un búho en la ventana de su dormitorio.
La silueta se mostraba claramente especialmente el lado izquierdo y las características faciales tan evidentes que la señora Arnold pensó que el impacto había sido muy fuerte.
Ella explicó que su preocupación era el bienestar de lo que se sospechaba que era un búho y entonces abrieron la ventana para comprobar si todavía estaba alrededor.
“Afortunadamente, no había ni rastro de las aves y sólo podemos suponer que se habían ido sufriendo probablemente un dolor de cabeza.”, agregó.
Expertos de la Sociedad Real para la Protección de los Pájaros (RSPB) sugirió que la huella era la de un cárabo, en función de su tamaño y el hecho de que son el tipo más comúnmente encontrado en los jardines.
La RSPB recomienda a los propietarios fijar los elementos en el exterior de las ventanas, tales como un receptor de sol, con el fin de ayudar a las aves a notar la presencia de un cristal.
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