Londres, Inglaterra.- Gracias a una simple bolsa de plástico Rose sigue viva. Esta bebé británica nació con poco más de 400 gramos después de que los médicos hicieran una cesárea de urgencia a su madre. Una exploración rutinaria alertó de que la pequeña había dejado de crecer y era necesaria una intervención inmediata para salvar su vida. Así, los médicos tras el parto decidieron meter a Rose en una bolsa de plástico que hizo la función de incubadora. Tras pasar tres meses en el hospital, la pequeña Rose, que ahora tiene seis meses, vive como cualquier niño de su edad.
Los médicos se vieron obligados a actuar con rapidez sin querían salvar la vida de la pequeña Rose.
Una exploración en la semana 28 de gestación alertó de que la criatura había dejado de crecer. Por ello, los médicos decidieron practicar una cesárea de urgencia a su madre, Natasha.
Según publica el diario The Sun, los sanitarios utilizaron una bolsa de plástico que sirvió de improvisada incubadora para la pequeña que pesó poco más de 400 gramos al nacer.
"Lloré cuando la vi en la bolsa. No entendía qué estaban haciendo. Pensaba que se estaba muriendo", ha relatado Natasha.
Tras ello, ingresaron a la pequeña Rose en la Unidad de Cuidados Intensivos donde estaba rodeada de máquinas y monitores.
"Me dijeron que la bolsa fue lo que la salvó la vida ya que la mantuvo caliente hasta que pudieron meterla en la incubadora", ha explicado la madre.
Ahora, la pequeña Rose, pese a no llegar al peso estimado para su edad, lleva la vida de cualquier niño de su edad.
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