"Volver al Futuro sirvió para que DeLorean viaje de generación en generación. Todavía hay niños que ven la película. Es un clásico del cine que siempre se está proyectando en algún lugar", Stephen Wynne, director de DeLorean
La última vez que se le vio fue en el lejano Oeste, perdido entre vaqueros y dunas. El DeLorean, el mítico auto que inspiró la saga volver al futuro, regresa convertido en un carro eléctrico.
El diseño respetará el original salvo por dos detalles: no tendrá reproductor de casetes y en lugar de condensador de flujo, el motor que en la película permitía viajar en el tiempo, tendrá un panel digital con iPhone incluido.
El coche, que saldrá al mercado a principios de 2013, tendrá un costo de US$90.000 e inicialmente sólo se fabricarán unos 300 vehículos.
Después de casi 30 años del cierre de la fábrica de Dunmurry, Irlanda del Norte, la compañía ha sido reabierta en Houston, Texas.
Stephen Wynne, oriundo de Liverpool, es el actual director ejecutivo de DeLorean y el responsable de rescatar el ícono del cine y de la industria automotriz.
Wynne emigró a EUA hace 30 años para trabajar como mecánico. Durante esa época, un auto de puertas automáticas, también conocidas como alas de gaviota, estaba de moda, el DeLorean. Wynne se especializó en todos sus detalles técnicos hasta que en 1985 llegó la película.
"Volver al Futuro", dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox, se convirtió en una de las películas más taquilleras del cine. Y el DeLorean, un vehículo transformado en una máquina del tiempo, en un ícono reconocido por varias generaciones.
Wynne compró los derechos de la marca DeLorean en 1995. Desde entonces, su empreda ha estado ofreciendo mantenimiento y reparación para los aproximadamente 7.500 DeLorean que existen.
Ahora, llega su nueva versión.
Al entrar en el taller de los DeLorean en Houston se regresa al pasado.
Una fila de automóviles, con sus típicas puertas de gaviota, están alineados como si los estuvieran preparando para viajar a diferentes épocas.
Es la primera vez que veo un DeLorean real. Yo tenía apenas ocho años cuando vi "Volver al futuro".
Con un control remoto, Wynne abre las puertas de uno de los autos para enseñarnos los secretos de la serie DMC-EV.
La primera sorpresa es no encontrar el famoso condensador de flujo ni la tapicería de cuero de moda en los años ochenta. Y, ni siquiera, la radio con reproductor de casetes.
"Los casetes son cosa del pasado, ahora hemos agregado un panel digital con un iPhone, un control de cambio de velocidades y botones para abrir y cerrar las puertas. Hemos añadido una interfaz más moderna. Una empresa de California rediseñó el interior del auto", explica el empresario a la BBC.
Al poner en marcha el prototipo, no obstante, parece que la película comenzara de nuevo. Del motor surge un ruido que recuerda un estallido de burbujas.
La pequeña reacción nuclear en realidad es un sistema de refrigeración líquida del motor, no el famoso condensador de flujo.
La aceleración también es impresionante. El EV pasa de 0 a 60 millas (96 kilómetros) por hora en cinco segundos y alcanza una velocidad máxima de 120 millas por hora (193 kilómetros).
"¿Y qué pasa cuando el coche llega a las 88 millas por hora (141 kilómetros)?", le pregunto a Wynne.
En la película, cuando el coche alcanzaba esa velocidad, se abría una puerta de tiempo que dejaba un rastro de fuego. Después, desaparecía y aterrizaba en otra época.
"¡Ah! Esa es una característica que nos estamos guardando para nuestros futuros propietarios. Espere y ya verá", bromea el empresario.
Del condensador de flujo al iPhone
De regreso en la fábrica, Wynne enseña fotografías y piezas que rescató de la fábrica de Dunmurry.
El empresario explica que el motor del nuevo DeLorean está inspirado en el carro eléctrico Tesla Roadster, considerado el primer coche eléctrico producido en serie en EUA
"Siempre he sido un fan de los automóviles eléctricos. Creo que es donde está el futuro. Una forma de almacenar y aprovechar la energía. ¿Y por qué no utilizar esa tecnología en algo tan hermoso y significativo como un DeLorean?", comenta.
El nuevo DeLorean no funciona con el condensador de flujo que inventó Doc, el científico de "Volver al futuro". Para poder viajar en el tiempo, el condensador necesitaba 1,12 jigowatts, una energía que sólo podía encontrar en el plutonio o en la descarga de un rayo.
El DeLorean del siglo XXI, en cambio, funciona con baterías recargables.
Las baterías de la DMC-EV necesitan 15 horas para cargarse en una toma de corriente de 110 amperios. Con esa carga puede viajar hasta 100 millas (160 kilómetros).
Con estas características, un viaje al futuro es poco probable e incluso un viaje mediamente largo en carretera.
"Es la principal crítica a los carros eléctricos. ¿Qué pasa si algo a un viaje largo? Pero, realmente, ¿cuántas veces haces viajes largos? En cualquier caso, la tecnología eléctrica está avanzando muy rápidamente", explica el hijo de Wynne.
Volver al pasado de la empresa
La fábrica original de DeLorean cerró en 1982, justo un año después de su inauguración, debido a una fuerte caída en las ventas por las tormentas de nieve que azotaban a EUA.
El negocio también estuvo rodeado de acusaciones de malversación de fondos por parte de sus fundadores.
El último clavo en el ataúd de la empresa llegó cuando el señor DeLorean, su fundador, fue capturado por el FBI acusado de recurrir al narcotráfico para tratar de salvar la compañía. Posteriormente fue absuelto.
La fábrica, finalmente, se cerró y 2.000 empleados se quedaron en la calle.
A pesar del pasado turbulento de DeLorean, Stephen Wynne confía en que la nueva gama de DMC-EV será muy atractiva.
"No es para todos porque es bastante caro", admite.
"Ahora bien, es único. Estamos viendo mucho interés en Japón, Europa y, obviamente, en EUA", explica.
"'Volver al Futuro' sirvió para que DeLorean viaje de generación en generación. Todavía hay niños que ven la película. Es un clásico del cine que siempre se está proyectando en algún lugar", apunta.
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